El independentismo quiere asaltar ahora la patronal del metal
El lobby Femcat apoya la candidatura de Boixareu al frente de la UPM para maniobrar en la ejecutiva de Foment del Treball
2 marzo, 2020 00:00El independentismo vuelve a la carga con su objetivo de dominar las instituciones económicas, y lo hace ahora a través de viejos conocidos y dirigentes condenados. La Unión Patronal Metalúrgica, (UPM) en las elecciones que se celebran este jueves 5 de marzo, afrontará el reto que le plantea una candidatura independentista, liderada por Joaquim Boixareu (Irestal Group), que apoya el lobby independentista FemCat.
Pero en esa candidatura figuran viejos conocidos de la patronal del metal, una organización principal en el seno de la patronal Foment del Treball. Se trata de Antoni Marsal, que fue presidente de la UPM entre 2006 y 2012 y que fue condenado por la Audiencia de Barcelona y por el Tribunal Supremo –siete años y cuatro meses de prisión-- por adueñarse de fondos de la entidad, parte de ellos subvenciones públicas para formación entre 2007 y 2012, tras una denuncia de los propios trabajadores.
El lobby Femcat apoya la candidatura de Boixareu / CG
Influencia en Foment
Aquellos fondos apropiados alcanzaron el millón de euros. La patronal, forzada por la mala situación financiera, se vio en la necesidad de vender su propia sede.
Es un nuevo intento de los grupos empresariales vinculados al independentismo para lograr una mayor influencia en organismos clave, como Foment del Treball. El presidente de la UPM forma parte del comité ejecutivo y de la Junta Directiva de la patronal.
La derrota frente a Rosell
¿Qué significa, por tanto, esa candidatura de Boixareu? Se trata, según las fuentes empresariales consultadas, de un retorno al pasado, de volver a intentar una operación que resultó fallida.
FemCat intentó asaltar la patronal Foment en 2010, con Boixareu al frente. Pero esa candidatura, Foment Futur, perdió de forma estrepitosa frente a la de Juan Rosell, por 1.760 votos frente a 866. Y el lobby empresarial comenzó a pensar en otras estrategias, más sigilosas, para practicar el llamado “entrismo”, el cambio en las principales instituciones económicas desde dentro.
Candidato ‘florero’
En el caso de la UPM, con mucha fuerza en tres territorios –el Baix Llobregat, el Vallès Oriental y el Vallès Occidental-- las relaciones son más complejas. Si Antoni Marsal, que ocupaba la presidencia de la patronal metalúrgica –más de 100.000 empresas asociadas, entre ellas todas las vinculadas a la automoción— brindó su apoyo a Boixareu en 2010, ahora es Boixareu quien se pone al frente para liderar la UPM con Marsal en la retaguardia. “En realidad se trata de un candidato florero, porque él mismo señala que forma parte de un equipo y que él estará centrado en su propia empresa”, señalan las mismas fuentes empresariales consultadas.
La candidatura de Jaume Roura
La otra candidatura a la UPM la lidera Jaume Roura, empresario barcelonés y presidente del grupo Lesseps, presidente de la Asociación Nacional de Concesionarios Seat (Ancosat). Se trata de un empresario del sector de la automoción, que representa el 25% de todo el sector del metal. Roura gestiona concesionarios oficiales de vehículos Seat en Barcelona, Martorell, Maresme e Igualada y es presidente de la Federación Catalana de Vendedores de Vehículos a Motor (Fecavem). Tiene el apoyo de buena parte del tejido empresarial del sector, con incidencia en el Baix Llobregat.
En la candidatura de Roura figura como segundo, para optar a la vicepresidencia, Ramón Asensio (Roca Radiadores), que ha lidiado en los últimos años para lograr la estabilidad de la patronal metarlúrgica, en graves problemas por la gestión de Marsal. Asensio ha sido el delegado general de Roca Radiadores hasta finales de 2019, siendo sustituido, tras cumplir 65 años, por Albert Magrans. Asensio, sin embargo, sigue vinculado a la empresa, como asesor de presidencia.
Lo que está en juego, a través de la UPM, es el intento del independentismo de colocar una cuña en la ejecutiva de Foment, que preside Josep Sánchez Llibre, para elaborar una alternativa de cara a las elecciones en la patronal, que todavía quedan lejos: tres años. Sánchez Llibre tiene la opción de ser reelegido para un segundo mandato, de cuatro años, pero no ha explicitado de forma pública si querría optar o no a ello.
El mismo programa de Marsal
El problema para Boixareu, que ha sido el rostro de Femcat, con varios fracasos a sus espaldas, es que formar parte del grupo de dirigentes del entorno de Antoni Marsal puede resultar insalvable. El programa electoral de Boixareu es el mismo que el plan estratégico que elaboró Marsal cuando estaba al frente de la patronal del metal, que dejó en una situación precaria.
La candidatura soberanista que lidera Boixareu cuenta con el apoyo de Antoni Abad, de Cecot, y forma parte de ella Oriol Guixà (La Farga), que, a su vez, es miembro del patronato de FemCat.
Los otros asaltos de FemCat
En otros asaltos, sí han obtenido éxito. Un dirigente de FemCat, Pau Relat, ha acabado presidiendo el consejo de administración de Fira Barcelona. Lo consiguió después de una larga y compleja negociación política en la que la Generalitat impuso su criterio al Ayuntamiento de Barcelona y a la Cámara de Comercio de Barcelona, que apostó por Relat frente a otros candidatos. Relat fue sustituido al frente de FemCat por Elena Massot, consejera delegada de la promotora inmobiliaria Vertix.
En el caso de las elecciones a la Cámara de Comercio, el candidato de FemCat fue Enric Crous, un ejecutivo vinculado durante años a la empresa Damm. Obtuvo la presidencia, finalmente, el empresario independentista Joan Canadell, aupado por la ANC, la entidad soberanista que preside Elisenda Paluzie, a través de la candidatura Eines de País. Y Canadell, como presidente de la Cámara, propuso a Crous como miembro del consejo general de Fira de Barcelona.
Los intentos independentistas se suceden. Al margen de la lucha política, con los partidos independentistas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, la batalla se juega en el día a día, institución por institución, en los colegios profesionales y en los organismos económicos.