El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat tiene dos opciones para convertirse en un hub internacional, según Aena: o aumenta los metros de pista, o el número de vuelos que opera por hora. Así lo señaló el presidente de la gestora aeroportuaria española, Maurici Lucena, quien apostó por alargar 500 metros la tercera pista de El Prat como mejor solución.
El ejecutivo de Aena apuntó que "no hacer nada" significaría renunciar al objetivo de que el Aeropuerto de Barcelona se convierta en un centro de conexiones aéreas para las compañías, ya que en la actualidad carece de la capacidad suficiente para ello. Incluso con la construcción de la terminal satélite de la T-1.
Impacto medioambiental y vecinal
Las dos opciones especificadas por Lucena cuentan con impactos negativos en sus alrededores, tanto para el espacio natural en el que se encuentra como para la vida de los municipios colindantes. El presidente de Aena apuntó que, para convertirse en hub internacional sin ampliar pistas, la operaticidad de la infraestructura aeroportuaria barcelonesa debería aumentar de 78 operaciones por hora (que gestiona actualmente) a 90 por hora. Estos números se encuentran dentro del margen permitido, pero aumentaría los ruidos que sufren los vecinos de Gavà y Castelldefels por el aeropuerto.
La segunda opción --la ampliación de la tercera pista de El Prat, que defiende Lucena--, conllevaría la ocupación de un espacio natural protegido por la red Natura 2000: la laguna de la Ricarda. Ante ello, Aena ofreció a la Administración compensar la afectación ambiental recuperando el equivalente a cinco veces este espacio en otras partes del entorno del aeropuerto.
Conexiones con otros aeropuertos
Respecto a la opción de mejorar la interconexión entre las instalaciones aeroportuarias de Barcelona, Girona y Reus, el presidente de Aena señaló que un centro de conexiones aéreas internacionales "no se hace con diversos aeropuertos simultáneamente". Detalló que la capital catalana no tendría hub "solo con el aeropuerto de Girona y con el de Reus" y "sin ampliar la capacidad" del de El Prat. Además de estos requisitos, también señaló la necesidad de unir la T-1 y la terminal satélite, adaptar las capacidades de tierra y desarrollar la Ciudad Aeroportuaria.
Respecto a la futura terminal --prevista para 2026--, Lucena apuntó a una inversión prevista de al menos 1.500 millones de euros para su construcción, pero que se producirá solamente en el caso de que se actúe contra las limitaciones aéreas que tiene actualmente El Prat. Es decir, que sin ampliación de pistas y demás instalaciones tampoco habrá terminal satélite.