El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) está dispuesto a aprovechar el escenario inédito de bajos tipos de interés para financiar en condiciones nunca vistas la construcción de la red de AVE en España. La filial de alta velocidad de la compañía pública ha ampliado el programa de renta fija que mantiene registrado en la Bolsa de Dublín hasta alcanzar los 8.000 millones de euros, un tercio por encima del que hasta ahora estaba vigente. Con este movimiento, se consolida como un gran emisor de deuda corporativa, un instrumento que viene empleando en los últimos años.
ADIF-Alta Velocidad destinará los ingresos provenientes de las distintas emisiones de bonos a la financiación de la construcción de los tramos de la red que aún están pendientes y que, de acuerdo con los últimos informes publicados por la compañía, suponen inversiones superiores a los 12.000 millones de euros.
Proyectos sostenibles
Además, ADIF-AV también contará con estos ingresos para sufragar o bien refinanciar los llamados proyectos sostenibles elegibles. Es decir, aquellos relacionados con el desarrollo de la red de alta velocidad que cumplen una serie de criterios medioambientales en línea con el objetivo de reducción de emisiones de gases contaminantes y la descarbonización de la economía.
Para evaluar estas iniciativas se cuenta tanto con la opinión del emisor como de una agencia independiente que procede a realizar una calificación del mismo.
Nuevo bono verde
Para llevar a cabo estos proyectos, ADIF-AV ha realizado en los últimos tiempos varias emisiones de bonos verdes. Precisamente, en el marco del programa ampliado de renta fija, la compañía ha encargado ya la emisión a 10 años, aunque aún se desconoce el precio y la cuantía. El mandato ha sido encomendado a varias entidades financieras entre las que se encuentran BBVA, Barclays, Credit Agricole y HSBC.
Todas ellas forman parte del conjunto de entidades colocadoras del programa de renta fija de ADIF-AV, junto a Caixabank, Deutsch Bank, Bankia, BNP Paribas y Societe Genérale. Por su parte, Santander actúa, además de como colocado, como entidad coordinadora del plan.
En el marco de los mencionados proyectos sostenibles también tienen cabida aquellos que, al tiempo que tienen que ver con la construcción de la infraestructura ferroviaria, también cuentan con criterios de tipo social. Igual que sucede con los proyectos verdes, también es necesario que evalúe una agencia independiente.
La financiación del BEI
En los últimos tiempos, las grandes empresas han aprovechado el entorno de tipos de interés anormalmente bajos para mejorar en buena medida sus condiciones de financiación en el mercado. En el caso de ADIF-AV, su deuda financiera asciende a algo más de 15.000 millones de euros. De esta cuantía, casi las tres cuartas partes cuenta con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) como acreedor.
Precisamente, el organismo multilateral también comenzará a exigir criterios de sostenibilidad a la hora de financiar proyectos, de modo que a partir del próximo año no participará en ninguno que contribuya al incremento de emisiones de gases contaminantes.
Aumento de ingresos
Los planes del actual Gobierno pasan por seguir con el desarrollo de la red de alta velocidad. En el último año, ADIF ha tenido además como desafío el diseño del proceso de liberalización del transporte de pasajeros por vía férrea, que se pondrá en marcha a finales del presente ejercicio.
La apertura del mercado tendrá beneficios para la compañía, toda vez que el incremento del tráfico repercutirá en mayores ingresos vía cánones por el uso de la infraestructura. Además, producto del acuerdo alcanzado con el Ministerio de Transportes, estos cánones dejarán de depender de los Presupuestos Generales del Estado y pasarán da ser fijados por ADIF. También podrá hacerlo a largo plazo (al modo de lo que sucede con las tarifas aeroportuarias) con el fin de dar mayor visibilidad a los operadores que entren a competir con Renfe a partir del próximo diciembre.