Los precios de las viviendas varían notablemente según el portal de internet o la agencia inmobiliaria que los ofrece, y sucede algo similar con los alquileres. De esta manera, la confusión se adueña de los potenciales clientes, que se se pierden en demasiadas ocasiones en su afán por encontrar una casa en condiciones ventajosas. Según los datos de la startup española Casafari, que investiga y clasifica el mercado inmobiliario, una vivienda pueda variar de precio "hasta un 30%" en función del soporte especializado en el que se anuncie. En muchos casos esta diferencia atiende a "las características descritas en los anuncios", que no siempre son iguales. Es decir, aunque se trate de la misma propiedad, la información "que aparecen en cada anuncio es distinta".
Ese amplio porcentaje del 30% es el dato más llamativo de la investigación de Casafari, pero no el único que ofrece la startup creada en 2017 en Baleares y que opera en toda España y Portugal. La firma igualmente asegura que "la información que describe el área construida o la parcela de la vivienda puede variar más de un 130%" y que las inmobiliarias solapan sus carteras casi "en un 90% de los casos".
Cambio de tendencia
Las razón de tales diferencias entre sitios especializados, en un sector que fue de los primeros en aprovechar las posibilidades de internet, viene propiciada por la llegada de webs que recogen la oferta de viviendas de particulares y agencias, que a juicio de la startup balear ha cambiado la forma en la que buscan tanto las personas que anhelan una casa como las que desean alquilarla.
Este hecho "facilita el proceso de búsqueda", pero también llama a confusiones, ya que el incremento de portales y agencias es tan grande que los consumidores demasiadas veces apuestan por un único portal y desechan los demás. Así, si el sitio que se elige ofrece las mejores condiciones, no hay problema; pero si se ha optado por el más caro --aún sin saberse--, el cliente puede acabar pagando mucho más por la vivienda, puesto que no se ha parado a comparar precios.
Competencia voraz
El tema es más sangrante en los últimos años puesto que se está ya lejos de aquella práctica habitual de poner en manos de una sola inmobiliaria una vivienda que quiere ser vendida. La exclusividad es una tendencia a erradicar y ahora es "casi excepcional" que un vendedor apueste por un único anunciante cuando puede tener a varios. La oferta es tan amplia que actualmente lo más usual es contar con varias agencias que faciliten la labor de venta, y en este sentido, las dos inmobiliarias más demandadas son Idealista y Fotocasa. Luego están los anuncios particulares, que complementan los intentos de desprenderse de la vivienda.
Todo esto ha conllevado una competencia voraz entre los diferentes portales y agencias inmobiliarios, pero también ha propiciado que "hoy en día sea imposible obtener una visión general objetiva del número de alojamientos disponibles en el mercado", lo cual repercute negativamente tanto en los especialistas del sector como en sus usuarios.
Información confusa
La "investigación llevada a cabo por la compañía" Casafari deja patente que "dichos precios difieren en promedio, alrededor, de un 30%" para una única propiedad. Pero lo más preocupante es que "es casi imposible encontrar datos correctos de los inmuebles inscritos en el registro de la propiedad" o suelen ser confusos: "En bastantes ocasiones no está claro el barrio donde se ubica la vivienda y tampoco hay una fuente de información disponible y fiable para comparar los precios de las propiedades en áreas locales".
Además, en general los precios se hinchan demasiado inicialmente y se van rebajando a medida que la vivienda no se vende, lo cual suele contribuir a que las casas se aletarguen en un portal y pierdan interés.
¿Inflación provocada?
Esa diferencia de precio entre portales cifrada en torno al 30% puede atender precisamente a que los grandes portales incrementan en exceso los precios y, como son referencia, contribuyen a que los precios suban en general. Así lo aseguran desde el comparador HelpMyCash, que coincide con el reseñable porcentaje en que varían los precios que cita Casafari y apunta igualmente que en determinadas zonas puede ser incluso mayor.
Hinchar los precios, algo que ocurre actualmente "en el 70% de los casos", según el comparador, acaba beneficiando solo a las inmobiliarias, que al tiempo que logran más ingresos por una vivienda estarían favoreciendo el aumento general de los precios, en lo que sería, en caso de ser premeditado, una práctica inflacionista. Además, el mercado deja de ser real y contribuye sutilmente a favorecer una burbuja inmobiliaria, lo cual ya sabemos las consecuencias que acarrea.
Aumento de los precios
Los vendedores de viviendas particulares suelen tomar como referencia los portales inmobiliarios, y como estos hinchan los precios, quienes venden hacen lo mismo y eso lo encarece todo. Si a esto se une que Fomento trabaja con parámetros diferentes a los que usan las inmobiliarias y no existen datos oficiales de referencia, se comprueba que el sector se las ingenia muchas veces para conseguir sus objetivos sin más miramientos que lograr la mayor rentabilidad posible.
Según los últimos datos del Banco de España sobre la Evolución Reciente del Mercado de la Vivienda, tras superarse la crisis inmobiliaria desatada en 2008 y un posterior periodo de estancamiento, los precios de los inmuebles han crecido desde 2014 en términos acumulados cerca del 27% y un 22% en términos reales.
Conocer el mercado es vital
Por todas estas razones, en el caso de los vendedores es básico comprobar bien los precios de las viviendas de similares características de la zona antes de fijar un precio. El conocimiento real del mercado es básico, y el problema de las duplicidades, que se apunta como contribuidor del ascenso de los precios, puede tratar de subsanarlo el cliente potencial de una vivienda si recurre a un comparador online. Aunque "no todo el mundo sabe que existen" y además podemos encontrarlos de muy diferentes calidades. En todo caso, los comparadores tampoco serían válidos si los datos de una misma vivienda aportados a distintos portales son diferentes. Algunos son muy válidos pero otros no disponen de bases de datos actualizadas, son lentos y tediosos e incluso verdaderamente ineficaces.
En general, se puede catalogar como buscadores eficaces aquellos que permiten verificar el historial de cada propiedad, sus cambios de precios y el estado actual. En el caso de los interesados en adquirir viviendas, resulta fundamental la utilización de un comparador fiable, o mejor más de uno, para tener una idea lo más real posible de lo que ofrecen algunas agencias y páginas especializadas que siempre trabajan al alza.