El año 2019 ha sido en ejercicio en balde para la seguridad vial en España. El hecho de que nuestro país no haya tenido un Gobierno estable y la incertidumbre que ello ha provocado a todos los niveles, han propiciado también que las propuestas sobre movilidad y tráfico quedaran aparcadas. Ahora, con un Efecutivo ya ratificado y todo un año por delante, durante 2020 al fin llegará el momento de poner sobre la mesa todas las propuestas que ha sido imposible contemplar bajo el amparo de un Gobierno en funciones.
Después de dos convocatorias de elecciones y ocho meses sin Gobierno, la última medida aprobada en lo que a seguridad vial se refiere entró en vigor el 29 de enero de 2019 tras ser aprobada el año anterior Se trataba de la rebaja del límite de velocidad en carreteras convencionales de 100 a 90 km/hora, pero no se trataba de un proyecto de ley gubernamental, sino de una propuesta del Partido Popular, y entonces sí se aprobó la reforma del Código Penal para incluir la nueva medida. Desde entonces, nada, a esperar coyunturas más propicias, como es ya el caso.
Móvil al volante
Esa última modificación del Código Penal, endureció las sanciones por cometer imprudencias al volante al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de alcohol o drogas y penalizó más las lesiones causadas por estas actuaciones, además de aumentar las penas en caso de producirse fallecidos y sancionar el abandono voluntario del lugar del accidente.
Para el pasado año, 2019, estaban previstas modificaciones que se retomarán durante este nuevo año, algunas incluso ya redactadas a la espera de su aprobación. Entre ellas, una reforma de la Ley de Tráfico que preveía la retirada de 6 puntos del carné de conducir por usar el móvil al volante y sanciones más duras para algunos otros comportamientos durante la conducción, como reza el borrador de la DGT.
Más despacio en ciudad
Igualmente quedó a la espera un Real Decreto de Medidas Urbanas que pretende reducir la velocidad en los núcleos urbanos a 30 km/hora para vías de un único carril por sentido de circulación, y rebajarla incluso a 20 km/hora en vías que compartan calzada y acera.
Otro punto controvertido en el alero son los nuevos soportes de movilidad o Vehículos de Movilidad Personal, como patinetes eléctricos, que parece una prioridad que cuenten con sus propias normas de circulación y sea necesario disponer de una serie de requisitos para poder utilizarlos, que hasta el momento tratan de implantar por su cuenta diferentes administraciones locales con escaso éxito. El borrador incluye la prohibición de circular con patinetes por vías interurbanas y la obligatoriedad de contar con un certificado de circulación que garantice la seguridad y el cumplimiento de las nociones básicas.
Requisitos para sacarse el carné
La DGT baraja además otro Real Decreto para cambiar el sistema de formación vial y los exámenes que otorgan el carné de conducir, tanto el teórico como el práctico.
Entre esas modificaciones, la que más discrepancia crea es la propuesta de obligatoriedad de asistir a al menos ocho horas de clases teóricas presenciales sobre concienciación y sensibilización al volante, que a juicio de las autoescuelas on line las discrimina, pero que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es un despropósito que ha hecho replantearse la propuesta a la DGT.
Carné por puntos
La reforma del actual sistema de carné por puntos es posiblemente el principal reto para la DGT en 2020. Son sobre todo las asociaciones de víctimas en accidentes de tráfico las que demandan una modificación en profundidad de la normativa, como reclama Vicente Sánchez, presidente la Asociación Española de Prevención de Accidentes (PAT-APAT) para quien es prioritario “actuar de manera más drástica contra los conductores reincidentes” e impedir que quienes cometan delitos de manera continuada en el marco del tráfico, no puedan recuperar puntos del carné con la misma facilidad de quienes llevan a cabo infracciones más leves. A juicio de Sánchez, “no podemos esperar más, porque estamos viendo que personas bebidas o drogadas matan, siguen conduciendo y además les sale muy barato”.
Desde Stop Accidentes coinciden en lo “necesario” de modificar el carné por puntos, pero además solicitan medidas para aumentar la concienciación sobre la alta siniestralidad en las carreteras desde la escuela, y por ello piden una asignatura obligatoria de seguridad vial en los colegios. También son partidarios, como la DGT, de que sea obligatorio asistir a clases presenciales para poder conseguir el carné, ya que "se podría haber hecho mucho más" pese a no tener un Gobierno “operativo”.
Adaptarse a los tiempos
En cuanto a la asociación DIA de víctimas de accidentes, demandan igualmente “que se dé una vuelta al carné por puntos y que obtenerlo se adapte a los nuevos tiempos”, y así lo ha señalado su presidente, Francisco Canes, que es “más partidario de la concienciación que de la formación”. Canes lamenta el “tiempo perdido” mientras ha habido un Gobierno en funciones y concluye solicitando mayores inversiones para paliar “los excesos de alcohol, drogas y velocidad” y un endurecimiento de las sanciones.
El Real Automóvil Club de España (RACE) no difiere mucho de DIA, pues su director de seguridad vial, Antonio Lucas, ve “más que necesaria "una “revisión amplia del carné por puntos", que pasaría por "modificar el número de puntos a retirar ante determinadas sanciones y revisar el sistema de recuperación de puntos en cursos”. Lucas considera que la realidad cuando se implantó el carné por puntos y ahora , poco tiene que ver y hay nuevos actores que deberán regularse, como es el caso de los patinetes eléctricos. De hecho, “la convivencia de los vehículos requiere de políticas más específicas” y a su juicio esa nueva regulación debería contar con la opinión de comunidades autónomas y ayuntamientos.
Patinetes y motos
Otra de las grandes preocupaciones, como vemos, pasa por regular las nuevas formas de movilidad en las ciudades, y en este sentido a la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) no le gustan algunos cambios previstos por la DGT, especialmente la prohibición de los patinetes. Su presidente, Antonio Gómez, reclama para ellos “una regulación similar a la de la bicicleta, que proteja y no restrinja”, porque “la movilidad es cosa de todos y debemos regularla para todos”.
En cuanro al colectivo de motoristas, uno de los que presenta mayor siniestralidad en nuestro país, las asociaciones moteras valoraron positivamente el plan de la DGT de 17 medidas urgentes para motoristas, pero lo cierto es que las muertes en accidente de moto han aumentado en 2019, así que consideran que “habrá que ponerse a trabajar ya”.
Las posibles modificaciones de la DGT empezarán a saltar a la palestra en breve tras un año de espera, en lo que algunos colectivos consideran un "asunto de Estado", que no puede esperar más.