Nuevo capítulo en el culebrón del Axel Hotel Barcelona, el hotel de los líos. El alojamiento dirigido a la comunidad LGTB lanzará en Fin de Año una discoteca ilegal en la azotea. El establecimiento de la cadena que dirige Juan Julià vuelve pues a jugar al límite de la ley: el mismo rooftop club que reabrirá ya le valió una multa municipal por incumplir la normativa de ruidos, tal y como avanzó este medio. Ajeno a ello, Axel presenta de nuevo el espacio y, de paso, subleva al sector del ocio nocturno, que le acusa de "competencia desleal".
Por lo pronto, lo más inmediato que ocurrirá es que el icónico hotel orientado al público gay y lésbico será el escenario de una juerga el 31 de diciembre y 1 de enero. La parranda, organizada por el hotel y La Fancy, promete "inaugurar la nueva terraza cubierta de este fantástico hotel", el "punto de encuentro más cool de Barcelona". La publicidad ha surtido efecto, pues las entradas ya están agotadas. Lo que no han contado los organizadores es que la soirée, que durará hasta las 06:00 de la madrugada, no cuenta con la preceptiva licencia municipal, lo que ha molestado al sector del ocio nocturno y ha puesto en alerta al Ayuntamiento de Barcelona.
"Si hay actividades irregulares, se actuará"
Un portavoz municipal ha confirmado que "no consta ninguna licencia pedida para el 31 de diciembre", lo que deja la Axel Hotel x La Fancy Rooftop NYE Party fuera de la ley. Fuentes del sector insisten en que "sin un permiso municipal especial, un hotel no puede convertirse en discoteca hasta las 06:00 horas". ¿Por qué? "Porque no cuentan con la infraestructura de los clubes nocturnos, las medidas de seguridad, la normativa adecuada ni pagan los mismos impuestos", han señalado en conversación con este medio. "¿Tienen controladores de acceso? ¿Cuentan con salidas de emergencia, protección contra incendios y demás elementos que se le exigen a los clubes nocturnos? ¿Venden entradas?¿Hay seguro de responsabilidad civil?", se han preguntado las mismas voces.
Sin querer ahondar más en la guerra entre hoteles y discotecas, la misma fuente del Ayuntamiento de Barcelona ha precisado que "como siempre, y si se produce alguna actividad irregular, desde el ayuntamiento se actuará como corresponda". Si ello ocurre y se detecta alguna irregularidad, sería el segundo encontronazo con la ley de Axel. El primero ocurrió en 2015, cuando el alojamiento ya utilizaba su rooftop para fiestas que superaban el límite acústico permitido en la zona. Lo zanjó la cadena heterofriendly cubriendo su azotea con una carpa. Tras ello, se cargó diversas suites de la planta séptima para abrir el Sky Bar by Axel (foto superior), un espacio de cócteles cubierto que sí se ciñe a normativa. La polémica azotea quedó por contra en desuso. Hasta este Fin de Año, cuando renacerá.
"Yo no hago de hotel, ¿verdad?"
La puesta en marcha de la azotea más canalla de Barcelona gusta a muchos, aunque no a todo el mundo. Ramon Mas, secretario general del Gremio de Discotecas de Barcelona y vicepresidente de la Federación Española de Ocio Nocturno ha valorado en conversación con este medio que las discotecas en hoteles "es una batalla que lleva bregando durante años con el Gremio de Hoteles". Recuerda Mas que los alojamientos "no pueden tener clubes que no sean para clientes; que ocupen más del 25% de superficie del hotel; con entradas segregadas o que incumplan la normativa vigente". Según el directivo, "es totalmente comprensible que los hoteles ofrezcan extras como terrazas, lounges o bares, pero no pueden hacer de discotecas sin licencia, pues no la han solicitado ni la pagan".
Mas ha dado más pistas sobre por qué el hotel de los líos ha aterrizado en problemas anteriormente. "Los clubes nocturnos tenemos normativa de aplicación muy estricta. Acústicamente tenemos que estar insonorizados, los clientes tienen que estar cubiertos por un seguro, y la seguridad está perfectamente definida para velar por el bienestar del cliente", ha enumerado. Según él, "ello no siempre se cumple en los hoteles que hacen las veces de discotecas, igual que los hoteleros no tolerarían que yo ponga camas o literas en mi local de ocio nocturno y me ponga a hacer de hotel".