A los japoneses les gusta trabajar. Así se lo marca su cultura, hasta el punto de que muchos piden jubilarse a los 70 años, en lugar de a los 65. Pero, claro, esa cultura desgasta, e incluso mata, y lo hace lentamente. Por eso la empresa japonesa tiene una deuda pendiente sobre todo con sus empleados. Y Microsoft ha empezado a probar cómo sería todo trabajando menos horas. Se ha hablado mucho de la semana laboral de 32 horas, incluso de la de 20, pero saber qué ocurriría en caso de que una gran compañía aplicara una reducción notable era toda una incógnita, hasta que Microsoft se ha decidido a llevar a cabo la iniciativa, a modo de experimento, y tenía que ser en Japón. Allí las semanas laborales pueden llegar a ser hasta de 80 horas, el doble de lo que estamos acostumbrados en España, aunque sean 40 las que contempla la ley nipona.
La mentalidad laboral japonesa es desde siempre metódica y extenuante, y a la multinacional estadounidense le pareció el lugar idóneo para hacer la prueba. Y menos mal que se le ocurrió a una empresa, porque en un país donde se trabaja tanto como Japón --lo cual causa multitud de bajas laborales al año--, el Gobierno no ha ido más lejos de lanzar una campaña llamada “Premium Friday”, que alienta a los trabajadores a marcharse pronto a casa el último viernes de cada mes. Y esa medida parece poco aligerar trabajo.
La productividad crece un 40%
Microsoft ha ensayado la semana laboral de cuatro días de trabajo en el País del Sol Naciente, no la de tres de la que tanto habla Carlos Slim sin llevarla a la práctica; una reducción de un día que ya han aplicado también algunas pequeñas empresas, pero que no se pueden comparar con el caso del gigante de estados Unidos, que por su volumen de negocio era difícil saber qué resultados podría deparar. Pero éstos han sido sorprendentes y prometedores en cuanto a beneficios, tanto para la empresa como para sus trabajadores.
Si hay algunas pequeñas firmas que se muestran satisfechas tras ensayar la semana laboral de cuatro horas, en una enorme compañía como Microsoft están sorprendidos en lo positivo de su prueba. Su programa japonés “Work Life Choice Challenge”, ha consistido este año 2019 en cerrar sus oficinas todos los viernes de agosto, dando así a todos los empleados un día libre adicional cada semana. Y esto ha dado como resultado que, evidentemente, la cantidad de tiempo dedicado al trabajo se redujo de manera radical, pero no la productividad medida en ventas por empleado, que aumentó casi un 40% en comparación con el mismo período del año anterior (39,9% en concreto), según ha desvelado la compañía estadounidense.
Menos tiempo que perder
Una medida más a aplicar dentro de este proyecto pasaba por reducir los tiempos dedicados a reuniones, que no podían exceder de media hora, o el envío de correos con el uso de una app propia de Microsoft para ahorrar tiempo. Y los efectos fueron igualmente destacables, ya que más del 90% del personal de la empresa en Japón, más de 2.500 empleados, destacaron lo positivo del impacto del nuevo horario.
Al margen de los empleados, Microsoft también ha contrastado un ahorro energético destacable al cerrar un día sus instalaciones e igual en material de oficina, tanto en su primer ensayo, el pasado mes de agosto, como en un segundo realizado en noviembre. En concreto, Microsoft asegura que con estas pruebas se ha ahorrado un 23,1% en electricidad, un 58,7% en tinta de impresora y papel y un 25,4% en gestiones de petición de días libres por parte de los empleados.
Donde el empleado quiera
Otra de las conclusiones a las que ha llegado el estudio de Microsoft es que es básico dejar que el empleado pueda trabajar donde quiera, preferiblemente en su propio domicilio, y cuando quiera. También marcarse él mismo la cantidad de tiempo que necesite para acometer el trabajo, lo cual no tiene por qué restar rendimiento, al contrario: el trabajador dosifica mejor su espacio temporal y se organiza mejor.
Trabajar un día menos, cobrando lo mismo, ha repercutido sobre todo en la salud de los trabajadores japoneses y eso revierte en productividad. Los trabajadores de Microsoft notaban menos el cansancio con la jornada reducida y tenían el aliciente de saber que el viernes lo tendrían libre. Aunque determinados sectores laborales tendrían más difícil aplicar esta jornada semanal de cuatro días, como la hostelería o la restauración. Lo que se busca es aumentar la productividad, y si la semana laboral de cuatro horas da con la tecla, y más en un país acostumbrado a sobretrabajar como Japón y en un coloso empresarial como Microsoft, podría ser un buen ejemplo de cara al futuro.
Trabajar "de manera más inteligente"
La iniciativa que se ha llevado a cabo en las oficinas de Microsoft Japón ha sido "un proyecto piloto, fruto del trabajo de Microsoft por mejorar la experiencia de nuestros empleados", comenta Luisa Izquierdo, directora de RRHH de Microsoft en España, que advierte de que no se puede negar el cambio de tendencia en lo laboral: "Es innegable que el puesto de trabajo está experimentando grandes cambios, ya no solo como ubicación física", sino que la cultura de trabajo se está transformando por completo, y "en Microsoft es una prioridad la cultura de responsabilidad flexible, donde el trabajo en equipo, la confianza entre manager y empleado y la autogestión del tiempo son algunas de claves de la filosofía de la empresa".
Para la directora de RRHH de Microsoft en España, "cuando la innovación tecnológica se une con una cultura digital adecuada, las personas son capaces de trabajar de una manera más inteligente y ágil, mejorando su productividad". Lo cual se refleja igualmente en que "cada vez más, las personas quieren sentirse partícipes de un cambio, por lo que los cargos y los salarios no son suficientes para retener el mejor talento, sino que es necesaria una motivación", un aliciente que en este caso resta un día a la jornada laboral.
"Crecimiento de dos cifras"
Luisa Izquierdo mantiene que puede darse una mayor productividad "de la mano de la tecnología y la flexibilidad y los nuevos escenarios que habilita". Y se apoya en otro estudio de la compañía "entre directivos europeos, incluyendo españoles", que refleja que en Europa, como en Japón, "el cambio de cultura empresarial se posiciona, para los directivos, como el reto principal de la transformación", puesto que "acertar e implantar una cultura innovadora en el trabajo puede suponer una enorme ventaja para las empresas".
El estudio puesto en marcha en Japón con la jornada laboral de cuatro días como protagonista ha sido realizado por Microsoft, dirigido por KRC Research y supervisado por la London Business School. Y una de las conclusiones para Izquierdo es que "las compañías que asumieron aplicar una cultura empresarial innovadora tienen el doble de posibilidades de obtener un crecimiento de dos cifras".
Batalla por el talento
En este aspecto también es muy importante la llamada "batalla por el talento", muy valorado en Japón. Puesto que "la mayoría de la plantilla no tiene pensado cambiar de trabajo". Asimismo, es muy importante "evitar el estancamiento de los empleados y asegurarse de que sus habilidades digitales no quedan obsoletas".
Es importante igualmente "invertir en educación y formación tecnológica" constantemente para desarrollar habilidades que nunca han sido tan importantes como ahora: "agilidad para aprender, colaboración, flexibilidad, o resiliencia", menciona Izquierdo, que resume la experiencia mencionando que "en definitiva, las compañías deben tender a crear entornos laborales que impulsen la creatividad y mejoren la productividad y satisfacción de los empleados".
Dos modalidades
Por su parte, para Raymond Torres, director de Coyunturas de Funcas, institución sin ánimo de lucro que promueve el ahorro, si hay un lugar donde la semana laboral de cuatro horas puede tener éxito, es sin duda Japón: "Es algo que ya está en curso allí, y hay otras empresas que lo han adoptado, aunque más pequeñas", y esa semana de cuatro días, que tiene dos modalidades: "Una es concentrar todo el horario laboral en cuatro días para que el coste en evolución no se encarezca, y la otra sería trabajar algunas horas menos, a lo mejor no 32, pero sí 35 o 36 en cuatro días".
En todo caso, la medida podría acarrear beneficios tanto para los trabajadores como para la empresa, señala Torres, al menos en el caso de Japón. Otra cosa serían otros países con culturas menos productivas: esto tiene varias ventajas para los trabajadores: "Les permite conciliar, que es una aspiración muy importante hoy en día en Japón, donde hay una sociedad envejecida que permite a los trabajadores estar en mejor posición y mejores condiciones; y además se intenta elevar la natalidad, que es un grave problema". Esto puede tener también un "impacto sobre la contaminación, el medio ambiente y la calidad del aire que se respira", además de la reducción notable en los gastos energéticos de la empresa.
"Un 40% es mucho"
Raymond Torres apunta que en Japón "hay mucha desigualdad en el trabajo", con personal a tiempo parcial que por ello tienen dificultades para ascender y, por otro lado, "personas que trabajan muchísimas horas hasta acumular grandes problemas de salud". Pero precisamente son estos trabajadores los que "están mejor valorados y tienen más posibilidades de crecer en las empresas", con "mayor protección, más posibilidades de acceso a la formación, a las promociones dentro de la empresa y mejores niveles de ingresos", aun a riesgo de morir en el intento. Así que "habría que ver hasta qué punto esto es efectivo" dependiendo del tipo de trabajador.
En cuanto a ese 40% de productividad que Microsoft asegura que ha ganado en Japón reduciendo la jornada semanal un día, a Torres le parece "mucho" y lo explica mencionando que "es verdad que puede haber un impacto positivo sobre la productividad si la gente es más eficiente al trabajar menos días, y sí que se ha visto en algunos casos, pero esto ocurre cuando los cambios son progresivos, pero así de golpe, desde luego, un 40% es mucho".
Empresas grandes y pequeñas
No se puede comparar con otras empresas más pequeñas que aplican los cuatro días, pero "me parece mucho la rentabilidad que cita Microsoft". En cualquier caso, lo que ocurre también en Japón es que "al haber escasez de mano de obra, intentan retener a los mejores empleados con incentivos o con días libres". Las empresas compiten allí de esta forma: "Puede tener impactos favorables en las personas, también en la productividad aunque no sé si tanta, pero hay que ver si se traduce en la ráctica en una revolución o no y si esto encarece o no los costes laborales".
Si el aumento de la productividad "es más que el del coste, pues bueno, bien, pero hay que ver si esto lleva consigo algún tipo de desigualdad", porque si solo algunos reducen su horario y no otros no, podría convertirse en "algo vinculante". Torres, ade,ás, desvela que esta medida "a veces se hace solo con carácter voluntario y se deja a decidión del empleado si quieren acogerse al nuevo equema, y a veces por miedo prefieren seguir como estaban para no verse penalizados".
El mercado "no se presta" en España
Torres corrobora, en cualquier caso, la versión de Microsoft de que la productividad puede aumentar, pero siempre que el horario "sea negociado y no impuesto y concebido en torno a una mejora de la eficiencia productiva, lo cual también podría mejorar la calidad del empleo". Lo que no tiene tan claro es que este modelo funcionara en España, "donde la productividad es mucho menor que en Japón" de por sí.
"El problema de aplicarlo en nuestro país sería "que tenemos un mercado laboral que no se presta a esto, porque tenemos una parte de empleos relativamente estables y otros tantos temporales y habría que ver si esta medida no agrandaba el problema". Dentro de una "estrategia global" donde se intenta mejorar la productividad, con nuevas tecnologías y mejorar también el empleo, "a lo mejor sería concebible, siempre que fuera negociado y gradualmente", pero es poco probable.
En todo caso, Japón es un país que hasta ahora no ha sabido vivir sin trabajar, pero es ya vital que sus empleados puedan descansar para producir mejor y no morir literalmente en el intento. En un país donde la falta de mano de obra es constante, que trabaja demasiadas horas y donde la salud de los trabajadores no es la mejor, se agradecen todas las medidas enfocadas a paliar las semanas extenuantes de trabajo, Y si se reducen gastos y la productividad aumenta hasta el 40%, como dice Microsoft, ¿qué más se puede pedir?.