La ministra de Ecomomía, Nadia Calviño, conecta con facilidad con el empresariado catalán. Entiende buena parte de sus peticiones, y señala que no deja de viajar a Barcelona. En Foment protagonizó este lunes su segundo acto en quince días. Y señaló que defenderá la economía productiva catalana para que ocupe, de nuevo, “el papel que le corresponde”. Pero a los representantes empresariales les recordó que lo primero que debe pasar es que se ofrezca “estabilidad” y que se constituya un nuevo Gobierno en España, con la investidura de Pedro Sánchez.
Fue clara en una cuestión que se repite en todos los foros. ¿Qué pasa con el corredor mediterráneo? La percepción empresarial es que el despliegue está paralizado. Calviño corrigió esa impresión: “Se han licitado obras por 2.000 millones, que es el 13% del total de la licitación realizada, en todos los meses que llevamos de Gobierno. Se ha licitado 4.000 millones más para los próximos años, y se ha puesto en marcha la variante de Vandellós que acorta en media hora el trayecto entre Barcelona y Valencia. Creo que no se puede rehacer de golpe, en ocho meses, lo que no se ha hecho en los últimos años”, remachó.
El consenso político necesario
Con un discurso fluido, rápido, la ministra insistió en que todo lo que se propone desde Cataluña se comparte en buena medida en el Ejecutivo español, respecto a las medidas económicas, con una especial atención a la digitalización y a las empresas punteras en el ámbito de la tecnología, como reclamó Javier Faus, el presidente del Círculo de Economía.
Pero Nadia Calviño no ocultó el problema de fondo: la falta de un consenso político que posibilite la formación de un nuevo Gobierno. Tras destacar que España sigue creciendo, aunque el ritmo ahora es menor, y con una economía cada vez más enfocada al exterior, con crecimientos de las exportaciones, Calviño insistió: “Solo hace falta que el contexto político nos acompañe proporcionando un entorno de estabilidad que favorezca el crecimiento porque la inestabilidad política y la incertidumbre que viene asociada es perjuidicial para el clima de negocios”.
Por ello, sin apuntarlo directamente, la ministra incidió en que todos los actores implicados deben responsabilizarse para contribuir a la investidura de Pedro Sánchez, aunque en estos momentos la negociación se centra en las conversaciones entre el PSOE y ERC, con una nueva reunión prevista para este martes en el Congreso, el mismo día que se constituye la Mesa de la cámara.