“Los trabajadores se han cansado de que la situación no vaya a mejor y de que empresas con beneficios hagan un ERE para deslocalizarse”. Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT reconocen su preocupación ante un repunte de los Expedientes de Regulación de Empleo que azotan a la industria en lo que va de año y más concretamente en los últimos 15 días, cuando se han sumado alrededor de 1.000 empleados afectados.
Entre enero y agosto --última fecha disponible-- de 2019 se han registrado casi un 77% más de empleados despedidos por un ERE, y el 42,72% de ellos pertenecen al ramo industrial, según datos del Observatorio de Trabajo y Modelo Productivo, que señala que hay 5.897 trabajadores afectados por un proceso de despido colectivo. No obstante, la situación se ha agravado en las últimas fechas con un millar más de personas que se unen a la estadística, según denuncia la secretaria de Acción Sindical de CCOO en Cataluña, Cristina Torre.
Inquietud por la concentración
“Nos preocupa esta concentración en tiempo y espacio”, explica Torre, que denuncia que, a diferencia de los años crudos de la crisis, especialmente 2009 y 2012, los nuevos ERE no responden a pérdidas económicas sino a causas organizativas. “Las empresas se aprovechan de la debilidad normativa en España tras la reforma laboral para hacer reestructuraciones donde les resulta más barato”, continúa. Es la misma tesis que defienden desde UGT: “Asistimos a despidos preventivos para reajustar las plantillas antes de que pase nada”, afirma la secretaria de Política Sindical del sindicato en Cataluña, Núria Gilgado.
El principal ERE activo en la industria es el de General Cable, después de que el Grupo Prysmian haya comunicado la intención de cerrar las dos plantas de Montcada i Reixac y Manlleu, que supone el despido de casi 600 trabajadores directos y unos 2.000 indirectos. El mayor golpe será para la fábrica de Manlleu (Osona), donde unas 350 personas se irían a la calle, por lo que los sindicatos lamentan el “drama para ese territorio”.
Falta de inversión
Ante este panorama, el pasado miércoles los empleados de General Cable llevaron su jornada de huelga a las puertas del Parlament. Mediante consignas como "Montcada y Manlleu en lucha" o "Prysmian mercenarios", pidieron a los grupos de la Cámara catalana que se involucren para resolver la sangría de despidos en un contexto marcado por la desaceleración económica mundial. Los partidos de la oposición han descargado parte de la culpa en el Govern de la Generalitat, al que acusan de falta de inversión en el sector. No obstante, la consejera de Empresa, Àngels Chacón, se ampara en que “Cataluña está bien posicionada”.
El de Prysmian no es el único proceso abierto. TE Connectivity ha anunciado que despedirá a 100 trabajadores de la planta de Montcada, mientras que la italiana Amplifon ha iniciado otro ERE que afecta a 90 empleados de Microson. “Pretenden aniquilar el 65% de los puestos de trabajo”, denuncia Jordi Castejón, miembro del comité de empresa de Microson, única compañía en España dedicada a la fabricación de aparatos auditivos. Éste alerta de que la matriz, que compró la antigua Gaes el año pasado, tiene la intención de “eliminar la competencia” para expandir sus productos, por lo que “pretenden cerrar una empresa con beneficios”.
Incremento de las huelgas
También echará el cierre la cadena de panaderias Mon-Pa, que bajará la persiana de 23 tiendas en Barcelona y otras cuatro en Mollet del Vallès mediante un ERE sobre 96 trabajadores. Por su parte, la firma de bollería industrial Bimbo también ha presentado un expediente regulatorio sobre 290 de sus repartidores en plantilla, que justifica por el impacto de las marcas blancas.
En este contexto de incertidumbre económica y despidos colectivos, la conflictividad laboral ha experimentado un repunte en Cataluña. El Observatorio de Trabajo y Modelo Productivo estima que entre enero y mayo de 2019 se han producido 68 huelgas, en las que han participado casi 40.000 trabajadores. Se trata de un repunte del 55% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la velocidad de crucero de la economía española había despejado parte de las dudas. En este sentido, desde la patronal catalana Foment del Treball han alertado de que esta situación genera falta de inversiones que se unen a la supresión de medidas incentivadoras para las compañías.
Si se distribuye por provincias, el punto más caliente es Barcelona, donde se han registrado hasta 64 huelgas hasta mayo, seguida de Tarragona --13--, Girona --11-- y Lleida --10--. Se trata de un dato conjunto que supera el total de 68 paros a consecuencia de que un mismo conflicto ha afectado a más de una provincia.