Algo se mueve en la zona bien de Barcelona. La sala Universal de la calle Marià Cubí reabrirá como club de caballeros --sin servicios sexuales-- tras una accidentada etapa como local de baile dedicado al público latino. Lo hará en enero de 2020 a todo tardar, justo a tiempo para el Mobile World Congress (MWC) y con un concepto de copa tranquila con bailarinas.
Fuentes del sector del ocio nocturno han explicado a este medio que la icónica Universal, que traza sus orígenes décadas atrás, ha sido alquilada a terceros operadores que cambiarán por completo el rostro del establecimiento. Si la disco empezó como un coqueto local de techno y house en su planta baja y una alternativa para los mayores en el piso de arriba, y tras ello mutó a club latino con el nombre de La Mansión Faces BCN, ahora el concepto será completamente distinto. "La planta noble está orientada a tomar una copa tranquila. La superior requiere de reformas que acabarán por determinar el concepto global del espacio: orientación al más puro estilo Estados Unidos para el público local", han agregado.
Licencia de café-teatro
El espacio cuenta con una licencia de café-teatro, por lo que se descartan las sesiones de música hasta altas horas de la madrugada. "El objetivo es ofrecer copas tranquilas a público de nivel. Sarrià-Sant Gervasi es un distrito con muy poco turismo, pero con cierta oferta de ocio. En este segmento debe encajarse el nuevo Universal, que aportará un toque de distinción con bailarinas y calidad", han indicado las fuentes consultadas.
Cualquiera que fuere su apuesta, el nuevo Universal bregará con locales con tanta solera como Bling Bling o Sutton en la calle Tuset, situada en el mismo distrito, Luz de Gas u Otto Zutz, uno de los decanos del hip hop en la Ciudad Condal. "No habrá despedidas ni ambiente turístico. Esto queda para otras partes de Barcelona", han insistido las voces consultadas.
Debate sobre el ocio nocturno
Precisamente, el ocio nocturno es uno de los debates irresolutos de la capital catalana. El actual Ejecutivo local de Barcelona ha prometido echar a las 20 discotecas del Puerto Olímpico el próximo año. No obstante, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha hallado resistencias por parte tanto de los operadores como de la Generalitat de Cataluña, lo que ha retrasado la transformación de la dársena. A esta promesa incumplida se le suma otro elemento inquietante: al menos dos muertes violentas en verano en los aledaños de dos de los locales.
Por su parte, tampoco está claro el futuro de los locales de copas del Frente Marítimo, a quien la exedil de Ciutat Vella, Gala Pin, amenazó con el cierre el pasado año, en vano. Los operadores, con marcas tan conocidas como Opium, Pachá o Shoko, han renovado la concesión del Ministerio de Fomento para un año. Tras ello, se prevé la apertura de un concurso público para dilucidar los usos de la zona. Es una de las áreas en las que pervive el ocio nocturno de la ciudad, tras la pérdida de más de 50 licencias en los últimos años, según ha venido denunciando la patronal Fecalon.