La construcción continúa al alza. Así lo reflejan los datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), que indican que el sector consolida un crecimiento elevado, del 4,9% interanual, tres décimas más que en el trimestre anterior. A pesar de la buena perspectiva, el presidente del Gremi de Constructors d’Obres, Josep Gassiot, sostiene que nunca recuperará niveles previos a la crisis, y confiesa que la rehabilitación ha sido clave para capear el temporal en tiempos de vacas flacas. Ahora, el foco está puesto sobre la sostenibilidad. "El gran reto es que los edificios generen energía", apunta.

En conversación con Crónica Global, este ingeniero industrial, aborda los retos de un sector que, pese a mantener una actividad positiva los últimos 12 meses en Cataluña, y presentar un crecimiento muy elevado respecto a otras actividades, mantiene un nivel "todavía muy bajo", detalla. "Aunque creemos que nunca volverá a alcanzar las cifras de 2007 no es lógico que esté en los niveles actuales". El motivo es el "déficit de infraestructuras, no solo de carreteras y obra civil, sino también de escuelas, centros cívicos y sanitarios, pero también de vivienda, especialmente en Barcelona y sus áreas de influencia", explica.

El presidente del Gremi de Constructors d'Obres de Barcelona

Crecimiento por necesidad

Gassiot vaticina un crecimiento del sector por necesidad, aunque se enfrenta a un escollo evidente. "Las administraciones públicas han reducido drásticamente su inversión, porque no tienen recursos. Una situación que no resolverá a corto plazo por el déficit público que arrastran tanto el Gobierno central, como las administraciones autonómicas", constata.

También apunta a que el actual déficit de vivienda es una de las perspectivas de futuro del sector de la construcción. ¿La falta de suelo no es un problema? "Depende del lugar. En Barcelona hay suelo para construir nuevas viviendas --cerca de 40.000, según el Institut Municipal d'Urbanisme--. Las administraciones municipales tienen suelo para promover vivienda, pero hasta ahora no lo han hecho", lamenta. Aún así, detalla que el tiempo que pasa entre que se plantea un nuevo proyecto urbanístico y su ejecución es demasiado largo, uno de los principales escollos.

Rehabilitación 

¿El futuro de la construcción pasa por la rehabilitación? "Es el ámbito que mejor ha aguantado la crisis, pero faltan todavía estímulos. Otro problema grave es que la rehabilitación debería incluir la eficiencia energética. Es decir, los edificios antiguos tienen unas condiciones de aislamiento inadecuadas y gastan mucha energía. Ejecutando obras se podría reducir la demanda energética", explica el presidente del Gremi de Constructors. 

¿Cuál es el gran reto? "Que los edificios no sean consumidores de energía, sino que la produzcan mediante la instalación de elementos de captación de energía, tanto térmica como fotovoltáica. Así, parte de su consumo lo podrían abastecer estas instalaciones e, incluso, podrían llegar a generar excedente de energía que se pueda suministrar a la red", apunta Gassiot.

Eficiencia energética

Desde el gremio sostienen que esta posibilidad todavía está en fase de desarrollo. Uno de los motivos es su alto coste. "El Gobierno estudia protocolos para que los particulares, y las comunidades de propietarios puedan generar energía y venderla", avanzan. Para ello, Gassiot considera que "se deberían buscar mecanismos para que estas obras se pudiesen financiar con créditos a medio plazo. Una iniciativa que sabemos que se está considerando, pero que todavía no está a disposición de todos los ciudadanos", apunta. 

Placas solares de alta calidad

A pesar del alto coste, apuesta por su eficiencia. "El ahorro también es considerable, aunque los retornos no son inmediatos. La inversión no se recuperará en tres años, estamos hablando de horizontes de entre ocho y diez. Lo que requeriría canalizar los recursos hacia esas actividades", señala.

Evolución de la vivienda

De cara al futuro del sector, ¿el relevo generacional también será un problema? "Ya lo es, porque la sociedad está cambiando, así como las estructuras familiares y las unides de convivencia. Tendremos que asumir que las viviendas unifamiliares ya no serán para toda la vida. Cuando somos jóvenes necesitamos un tipo de hogar, tanto por ubicación, como por funcionalidad. Cuando una pareja tiene hijos, busca otro tipo de condiciones, al igual que cuando las personas ya son muy mayores", aclara.

La construcción trabaja en imaginar la vivienda del futuro. ¿Coliving, crecimiento de las ciudades en vertical? "Todas las opciones están sobre la mesa, pero la urgencia marca que no deben basarse en discusiones teóricas o conceptuales, sino prácticas. Las Administraciones y la sociedad tienen que marcar una dirección coherente para que se puedan adoptar decisiones. Desde el diseño, hasta el cambio de mentalidad, siempre según la necesidad de los usuarios", defiende Gassiot.