Un sí, de momento. Los comerciantes de Barcelona avalan la senda emprendida por el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, contra el top manta en la ciudad. Los botiguers "agradecen" la operación policial de 100 agentes del lunes, que interpretan como un "primer paso" para abordar el fenómeno de la "venta ambulante", aunque admiten que los esfuerzos deberán "continuar" e ir acompañados de medidas de integración social para el colectivo de manteros.
Así lo verbaliza Fermín Villar, portavoz de la Asociación de Afectados por el Top Manta, que representa a una cincuentena de asociaciones y gremios empresariales y comerciales. "Se agradece la operación policial de ayer lunes, aunque lo realmente sustantivo es el cambio de tono del equipo de gobierno local. El viraje ya se empezó a notar antes de las elecciones municipales y la actitud de Batlle lo confirma", explicó Villar en conversación con este medio. El comerciante, a la sazón presidente de Amics de la Rambla, subraya que "ya han tenido dos contactos, uno formal y otro informal con el teniente de alcalde" y que "el tono" que han notado es distinto. "Es de agradecer porque los afectados siempre defendimos la vía social con el colectivo de manteros, pero una situación de injusticia no merita la legalidad", ha valorado.
"Evitar el enfrentamiento"
En opinión de Villar, el fuerte despliegue policial de unos 100 agentes de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y la Policía Portuaria "debe ser efectivo, pero también tener continuidad". Destaca el también empresario "la colaboración entre cuerpos y fuerzas de seguridad", algo que la Platafoma no detectó en la reunión de la Junta Local de Seguridad del viernes 19 de julio, a la que no se presentaron los representantes de la Fiscalía Provincial de Barcelona en protesta por el lazo amarillo que pende de la fachada del ayuntamiento. "Ayer ya se produjo el juego del gato y el ratón entre manteros y efectivos policiales en zonas de Las Ramblas, por ejemplo. Lo prioritario es evitar el enfrentamiento y encauzar soluciones sociales para estos chicos", señaló Villar.
Una opinión similar aportó Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta. "Estamos en la buena dirección. Ahora toca recuperar todo lo perdido en los últimos años", manifestó en conversación con Crónica Global. Bajo su punto de vista, la operación policial del lunes "da muestras de dos cosas necesarias: recuperar el espacio público y atajar una actividad ilegal, pues la venta ambulante se nutre de productos falsificados". Jené hizo hincapié en que "no es momento de bajar la guardia" e instó al teniente de alcalde de Seguridad a "no bajar la presión, que no sea una operación de un día" para desplazar la gran venta ambulante de las calles de Barcelona.
"Lo pedíamos desde 2018"
Según el representante de la asociación de comerciantes, la competencia de la venta en la manta "les preocupa mucho, tanto como la ola de inseguridad que azota Barcelona". En opinión de Jené, se necesitan "cambios legislativos para afrontar la multirreincidencia. No puede ser que las fuerzas de seguridad detengan reiteradamente a alguien durante 48 horas y no pase nada porque la cantidad que roba es muy pequeña". Precisamente, Barcelona Oberta alerta del incremento de muertes y crímenes violentos en la capital catalana, aunque también del repunte de hurtos y robos con algún grado de violencia.
Por fenómenos similares se quejan los vendedores en la calle que sí tienen permiso y establecimiento. Héctor Guillermo Izuel, presidente de la asociación comercial Mercat de Colom, recordó que "venían esperando desde 2018" una intervención contra el top manta, cuando se agruparon en una entidad. Lamenta el comerciante que "no se les avisara" de la operación policial, aunque señala que "es una buena noticia, pues llega en un momento límite, cuando ya se había producido otra pelea entre turistas y manteros --que avanzó Metrópoli Abierta--". Según él, denota el operativo permanente "voluntad política" para abordar la venta ambulante, una actividad "que les estaba perjudicando mucho", tanto en Colón como en el mercadillo del Palau de Mar.