Caixabank se ha convertido este viernes a media mañana en el farollio rojo del Ibex 35. La entidad se ha llegado a dejar más del 6% de su valor en el parqué en la primera presentación de resultados de un grupo financiero nacional tras el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que los tipos de interés incluso podrían bajar más en el futuro. No es la única, ya que todo el sector ha abrazado el rojo con Banco Sabadell en el -5,28%, el Santander en el -0,39%, Bankia en el -4,59%, Bankinter con un retroceso del 2,14% y BBVA del -0,95%.
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado confiando en una corrección del tropiezo y reclama que se mire la evolución de la cotización “con más tiempo, ya que los mercados son volátiles”. Ha recordado que en los últimos tres años las acciones del grupo “han tenido una evolución superior” a la media, por lo que considera que existe “cierto efecto de ajuste que espero que se corrija”.
Intercambio de dinero en negativo
El banquero ha recordado que los tipos de interés ya están en negativo y que los mercados asumen que puede bajar hasta el -0,5% o el -0,6%, cuando la tasa actual está en el -0,4%. Todo ello presiona cada vez más el negocio tradicional bancario y empuja al sector a nuevas operaciones corporativas en un entorno en el que el dinero se intercambia en negativo. “Pero nosotros hemos elegido otra vía y así se muestra en el acuerdo laboral”, ha señalado en una comparecencia ante los medios en Valencia.
La principal medida de este plan ha sido el expediente de regulación de empleo (ERE) que ha afectado a 2.023 trabajadores, que no se repetirá, y ha lastrado el resultado semestral. El gasto extraordinario de 978 millones de euros (685 millones netos) se ha traducido en una bajada del 52,1% de las ganancias netas hasta quedarse en los 622 millones.
Avance de los Store
Gortázar ha destacado por otra parte del plan de optimizaciones, la reestructuración de todas las oficinas del grupo financiero. Caixabank ha dado un impulso a la transformación de los centros urbanos tradicionales que se han transformado en Store. “Acabamos el año pasado con 283 y ahora tenemos 405”, ha detallado.
El objetivo es alcanzar las 600 oficinas de este tipo, que convivirán con una red rural que se ha reforzado. “Tenemos el compromiso de mantenernos en la España vaciada tanto por inclusión financiera como porque es un negocio atractivo”, ha indicado. El ajuste laboral también implicó replantear el servicio de atención de las 1.100 oficinas que están dispersas en el territorio, el 80% de las cuales dispone de tres o menos empleados.
Atención en remoto y ‘on line’
El tercer tipo de servicios que ofrecen a los clientes son los In touch, la atención en remoto que ya reciben 1,1 millones de personas. “Llegaremos un año antes a la cifra que habíamos previsto en el plan estratégico, que era llegar a los 1,6 millones de clientes”, ha explicado. Además de sacar pecho de la penetración de los servicios de la banca on line.
Caixabank inicia el segundo semestre del año con el ajuste de personal realizado y con la desinversión en Repsol completada. De abril a junio, comercializaron el último paquete del títulos que les quedaba de la petrolera, que equivalían al 1%. Se centran ahora en intentar ganar clientes y mejorar la relación con ellos.
Más relación con los clientes
Gortázar ha destacado la importancia de conseguir primero una cuenta nómina para después poder colocar los productos y servicios que se comercializan desde la entidad. En un entorno de tipos bajos el negocio tradicional está en retroceso y todas los grupos financieros han lanzado sus actividades paralelas, especialmente en el sector de los seguros donde el grupo con sede en Valencia tiene una cuota muy envidiable.
“Con una visión a medio y a largo plazo hay muchas razones para ser positivo”, ha remarcado Gortázar al ser preguntado por el castigo en el parqué. “La buena gestión nunca son los resultados a corto plazo que sólo generan liquidez”.