Renovar la flota de autobuses y convoyes de metro de Barcelona saldrá caro. La empresa que lo gestiona, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), valora en unos 500 millones de euros la adquisición de los nuevos vehículos para la renovación de los transportes públicos. Pero para ello necesita, en primer lugar, pactar un aumento de la deuda en inversiones con la banca.
Con el objetivo de contar con unas cuentas estables, TMB y las compañías financieras pactaron situar el máximo de deuda en 397 millones de euros. Para poder cubrir la inversión necesaria en la actualización de la flota de transportes en la capital catalana --cuyo montante es una aproximación, ya que el importe concreto se fijará en los próximos meses, según publica Expansión-- la compañía pública prevé que este límite se sitúe en los 703 millones. Es decir, negociar una subida del 77% del techo de gasto.
Negociaciones con bancos
El máximo de deuda entre TMB y varias entidades financieras se fijó en 2014. Cinco años después, la compañía dirigida por Enrique Cañas Alonso negociará su subida con las mismas empresas con las que ya pactó: Banco Sabadell, Santander, Bankia, Bankinter y Caixabank. En un principio, las negociaciones estarían sobre la mesa, aunque el auge del techo de deuda conllevaría nuevas imposiciones para garantizar la estabilidad financiera de TMB.
De los casi 400 millones pactados en 2014, la empresa del Área Metropolitana de Barcelona cuenta con un colchón de unos 200 millones que, unidos a los 306 que prevé sumar a su cuenta de inversiones (el 77% anteriormente citado) daría un margen de 500 millones para la renovación de trenes para el servicio de metro y de autobuses urbanos.
Transporte menos contaminante
Hasta ahora, TMB sólo ha asegurado la compra de 42 convoyes para Metro de Barcelona --cuyos trabajadores se encuentran en huelga por la crisis del amianto-- y 105 autobuses. El montante total de ambas operaciones refleja un gasto de 488,9 millones de euros, a los que habría que sumar las adquisiciones previstas para los próximos años. Así que muy probablemente la cifra final de renovación de flota supere los 500 millones. Esta renovación busca reducir la antigüedad del parque de transportes de Barcelona --sobre todo en lo que al metro se refiere-- y reducir el nivel de contaminación ambiental.
Aunque el grueso de la financiación será bancaria, TMB analiza recurrir a fondos públicos –por ejemplo, los 67 millones pedidos al BEI para 254 autobuses– y aportar recursos propios. Las operaciones para el Metro y para los autobuses tendrán una arquitectura diferente.