Federico Conchillo ha dejado el equipo de inversión en España del gigante PAI Partners para incorporarse a la firma dedicada al private equity Abac Capital. El cambio ya se ha hecho efectivo e implica que la firma de capital riesgo basada en Barcelona amplíe el consejo de administración.
El nuevo socio trabajará en el equipo de Oriol Pinya, Borja Martínez de la Rosa y Javier Rigau. Los tres gestores se conocieron en otra firma del sector Apax Partners y decidieron iniciar su propia aventura a principios de 2014 tras la decisión de los británicos de plegar velas en España. Desde entonces ha movido más de 2.700 millones de euros y ha entrado (y salido) del capital de más de 30 empresas del país.
Trayectoria de Conchillo
Conchillo trabajaba en PAI desde 2007. Estudió Economía Aplicada en la Katholieke Universiteit Leuven en Bélgica y cuenta con un MBA en la Universidad de Chicago GSB. Inició su carrera profesional en el Boston Consulting Group y, tras dos años, pasó siete años en el equipo de banca de inversión de Merrill Lynch en Madrid y Londres.
Dentro de su etapa en el gigante francés, uno de los fondos de inversión más antiguos de Europa --sus orígenes se remontan a 1872, un año después de la Comuna de París--, participó de forma activa en las adquisiciones de la empresa de handling Swissport; en la firma de moda española Cortefiel; DomusVi, una red de residencias de ancianos; y la tecnológica que ofrece soluciones de transformación digital Konecta.
Abac Capital
Abac Capital cuenta ya con 17 personas en plantilla y su portfolio incluye desde el grupo de sillas Figueras a la firma dedicada a las dietas PronoKal, además de firmas como Isolana, dedicada a los componentes de la construcción, o la hortifrutícola Agroponiente.
Fuentes del sector señalan que el perfil de Conchillo reforzará el análisis de oportunidades de inversión en el sector retail. Recuedan que PAI Partners es una de las firmas más potentes de estos sectores. Su última gran operación fue el anuncio de que quiere adquirir Areas a Elior Group. Para ello, ha puesto 1.542 millones de euros sobre la mesa de sus compatriotas galos.