La Cámara de Comercio de Barcelona ya ha puesto deberes al nuevo Ayuntamiento que salga de las elecciones municipales del próximo domingo. La institución insta al nuevo equipo de gobierno de la ciudad a emprender “proyectos ambiciosos” para mejorar la movilidad, así como liderar la cooperación con el resto de entidades públicas y privadas para llevar a termino las infraestructuras pendientes de la estación de la Sagrera y Glòries.
Acompañado del director de Infraestructuras, Cristian Bardají, el presidente en funciones de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, ha ofrecido la última rueda de prensa de su mandato. Tras la victoria de Eines de País, candidatura de candidatura de la ANC y el Cercle Català de Negocis, el actual dirigente se ha comprometido a garantizar una transición "ordenada y tranquila".
Movilidad "realista"
Asimismo, ha explicado que tras conocer el resultado electoral se puso en contacto con una de las representantes del equipo ganador, Mónica Roca. No obstante, más allá de confirmar que el presupuesto de 2019 se ejecutará con normalidad y que se registrará superávit en el primer semestre, Valls no ha querido valorar la nueva corporación que asumirá el control de la Cámara.
Más allá de la cuestión interna, desde la Cámara han instado al nuevo Ayuntamiento de Barcelona que surja tras los comicios del 26 de mayo a afrontar la cuestión de la movilidad “de manera realista”. En concreto, la institución lamenta que la corporación de Colau no consiguió cumplir el Plan de Movilidad Urbana 2011-2018 en cuanto al uso del coche. El consistorio preveía un descenso del 21%, no obstante, Bardají lamenta que se ha producido un incremento del 0,3%.
Más transporte público
Así las cosas, la Cámara critica que el ayuntamiento de Colau proyecte su nuevo Plan de Movilidad Urbana 2016-2024 con unas expectativas idénticas con respecto al coche, con un descenso del 21% de su uso. Así, Valls critica que, aunque tanto el transporte público como a pie y en bici han crecido, el consistorio no presente objetivos reales. “El horizonte es inasumible. Barcelona no está afrontando de manera realista la movilidad del vehículo privado”, ha zanjado el presidente saliente.
La Cámara señala que el primer paso para mejorar la movilidad es acometer actuaciones estructurales de un “elevado volumen de inversión”. Por ello, apuesta por un ayuntamiento que no haga “una política de gestos, sino de realidades” y que acometa “proyectos ambiciosos y disponga recursos económicos y mecanismos estables de financiación”. Una de las cuestiones básicas, indica Valls, es la ampliación del transporte público dentro de la ciudad, para lo que es vital el desarrollo del tramo central de la L9.
Valls ha puesto el acento también en las grandes infraestructuras pendientes en la ciudad, como Glòries o la estación de la Sagrera, “la gran transformación urbanística pendiente de Barcelona”, para la que “hace falta un ayuntamiento ambicioso que lidere las negociaciones entre el sector privado y público” y que sea capaz de “crear ciudad” en torno al nuevo espacio.