Tras los primeros compases del nuevo registro de la jornada laboral, empresas, sindicatos y trabajadores comienzan a ubicarse sobre cómo se debe poner en práctica la nueva legislación. No obstante, todavía señalan despistes y falta de concreción en ciertos aspectos. Para aclarar algunos conceptos, el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social publicaba una guía este lunes. Entre los que se libran de fichar figuran altos cargos, autónomos y empleados de cooperativas.
A través del documento de 10 páginas, el departamento dirigido por Magdalena Valerio deja claro que la obligatoriedad de registrar la jornada laboral afecta a la totalidad de los trabajadores, independientemente de su categoría o grupo profesional.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, tras una reunión del Consejo de Ministros / EFE
Cualquier sistema es válido
A pesar de que la normativa se aprobó por real decreto hace dos meses, algunas empresas no han tenido tiempo de implantar sistemas de registro. Desde las patronales insisten a las compañías en que se pongan manos a la obra. Por ello, para agilizar la situación y a la espera de instalar sistemas electrónicos definitivos, algunos sitios han empezado a dejar constancia de manera manual. Desde Trabajo señalan la validez de “cualquier sistema o medio, en soporte papel o telemático, apto para cumplir el objetivo legal”.
Sin embargo, desde la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña (Pimec) lamentan que el sistema manual, que a priori resulta más barato, tiene un coste burocrático al tener que contar las horas y reconocen que el más óptimo es el electrónico. No obstante, a la hora de instalar aplicaciones en los móviles personales de los empleados señalan que se tendrá que llegar a acuerdos, mientras que en los teléfonos de empresa no existe ningún problema.
Un trabajador en la oficina durante el horario laboral
Sistemas "lo menos instrusivos"
A este respecto, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha pedido que el control de las empresas sea “lo menos intrusivo posible”. Aunque recuerda que los empleadores no tienen por qué pedir el consentimiento del empleado para registrar su jornada, señala que están obligados a informar sobre el tratamiento de los datos que van a recopilar y sus fines.
“Es una involución”, lamenta la directora de Relaciones Laborales y Negociación Colectiva de Pimec, Elena de la Campa. Ésta sostiene que se trata de un “sistema rígido que no contempla la diferenciación” sectorial. Así, asegura que en las últimas semanas han recibido un “volumen notable” de consultas.
Desplazamientos laborales
Quienes no tendrán la obligación de registrar la hora de entrada y de salida serán los que ostenten cargos de alta dirección, los autónomos y los empleados de cooperativas, estas dos últimas excluidas del Estatuto de los Trabajadores. En el caso de los trabajadores que se encuentren en un viaje por motivos laborales, con o sin pernoctación, Trabajo señala que se debe registrar el tiempo de trabajo efectivo.
Una directora reparte a sus trabajadores las fichas de los horarios para rellenar
Asimismo, el Ministerio también apunta que la nueva normativa no supondrá un “impedimento” a la distribución irregular ni a las jornadas flexibles. Para estos casos, la guía recoge que en caso de que se acredite una jornada con exceso de horario, no se computará como trabajo extraordinario si queda acreditado, en la suma de horas mensuales, que el tiempo pactado se ha desarrollado de forma ordinaria.
Casi la mitad de horas extras no se remuneran
El 46% de las horas extras que se realizaron en Cataluña durante 2018 no fueron remuneradas, según datos del sindicato CCOO, que lamenta que con ese tiempo se podrían crear 20.670 puestos de trabajo adicionales. Además, denuncian que tras esto también se esconde otra brecha laboral de género: El 50,4% de las horas complementarias realizadas por mujeres son no pagadas, frente al 40,2% de los hombres.
Ordenador de un trabajador que realiza su jornada a través del teletrabajo
Desde Foment del Treball lamentan la premura con que se ha impulsado la norma, sin entablar una mesa de diálogo previa. Así, señalan que hay empresas con características muy diversas y el cómputo de horas y la forma de registrarlas depende de las especificidades del sector.
Valerio ha intentado rebajar los ánimos de las patronales en la última semana. La ministra ha asegurado que las inspecciones se llevarán a cabo “con cabeza” y que no se multará desde el primer momento.