Como viene ocurriendo cada año en las juntas de FCC y Realia, los hombres de confianza del magnate mexicano Carlos Slim --máximo accionista de ambas empresas-- se afanan en referirse al gran objetivo de volver a la promoción de viviendas, tratando de aprovechar el nuevo auge del sector inmobiliario en España.
Pero, a la hora de la verdad, esas intenciones apenas salen del papel. En 2018, FCC Real Estate entregaba las llaves de 33 viviendas, y la promotora Realia tan solo escrituraba la venta de 89 pisos.
1.550 viviendas en un lustro
Ahora, en esas juntas, celebradas el pasado 8 de mayo, más de lo mismo, con previsión de entregar, entre ambas empresas, 1.550 viviendas a lo largo del próximo lustro, de las que solo se hallan en ejecución 687. Las restantes 900 no estarían en disposición de ser entregadas hasta, al menos, el año 2023, siempre que se inicien en los próximos 12 meses.
Un periodo excesivamente largo, que encierra una gran incertidumbre sobre la evolución del sector, con síntomas claros de que el ‘miniboom’ de la vivienda nueva en España empieza a flojear, sin ni siquiera haber alcanzado esos niveles de 120.000 viviendas anuales vendidas, considerado como aceptable para evaluar la sostenibilidad del sector.
Las compras de vivienda nueva caen un 9% en marzo
Al cierre de 2017, cuando la compraventa de pisos nuevos superaba los 83.000, todos los analistas daban por seguro que en 2018 se superaría sin problemas el umbral de las 100.000 casas vendidas. Pero, al final, solo fueron 92.520.
Y 2019 se han iniciado con una clara desaceleración, como acaban de certificar los notarios en la estadística elaborada por el Consejo General del Notariado, con las compraventas cayendo un 3% interanual en marzo. Descenso que resulta todavía más pronunciado en las transacciones de vivienda nueva, que disminuían un 9,3%.
Decreto de alquiler e incertidumbre política
El nuevo real decreto de alquiler y la incertidumbre existente ante el nuevo gobierno que presida Pedro Sánchez son los factores que están detrás de este parón, como corrobora Fernando Encinar, jefe de Estudios del portal Idealista, al señalar que “muchos inversores que habían decidido trasladar su dinero de los bancos donde lo tienen depositado a la compra de viviendas para su reforma y puesta en alquiler o han retrasado o han decidido no seguir adelante”.
En este contexto, y con ese tren del ‘miniboom’ de ventas perdido por las inmobiliarias controladas por Slim, el magnate mexicano se ha puesto las pilas para que no le ocurra lo mismo con el alquiler.
Nueva empresa dedicada al arrendamiento
Y, como están haciendo otras inmobiliarias --caso de Aedas o Metrovacesa--, el empresario azteca ha decidido coger el toro por los cuernos para posicionarse en este segmento.
Lo hará con la constitución de una empresa, a la que derivará viviendas propias como otras que pudiera comprar.
Los 90 pisos protegidos que Realia tiene en marcha en la localidad madrileña de Tres Cantos serían los primeros que entrarían a formar parte de la nueva empresa, para ir ampliando la cartera en el futuro, como comentaba en la junta Gerardo Kuri, consejero delegado de la promotora.
Descartado el modelo socimi
Con este cambio de tercio, la inmobiliaria aspira a convertirse en un operador de "mediano tamaño" en el mercado del alquiler español, aunque no ha definido la cartera de pisos en renta que aspira conformar, ni la inversión asociada al nuevo negocio.
Lo que, en principio, sí quedaba claro, según apuntaba Kuri, es que la nueva filial de pisos en alquiler no será una socimi, ya que entiende que ya contará con incentivos fiscales por dedicarse en exclusiva al arrendamiento.
El resto de las líneas estratégicas de Realia para los próximos meses pasan por avanzar en la planificación urbanística para obtener suelos finalistas donde abordar nuevas promociones y por gestionar los centros comerciales y oficinas, en busca de la consecución de una mayor rentabilidad.