Moody’s ha emitido una nota este miércoles en la que aplaude un Gobierno en España conformado por PSOE y Cs. A pesar de la negativa reiterada del líder de la formación naranja, Albert Rivera, de llegar a un pacto con los socialistas, la agencia de calificación indica que este escenario político sería el más favorable para abordar nuevas reformas estructurales en España.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos / EFE
Se une de esta forma a las voces empresariales que apuestan para cerrar un pacto que llevaría a la mayoría absoluta al partido ganador de la elecciones sin Podemos ni los nacionalistas. Pedro Sánchez se ha negado a fijar “cordones sanitarios como sí hacen otros” incluso ante la militancia de base que en la noche electoral le pedía que no llegara a acuerdos con Cs. Apuesta antes de las municipales por repetir el Gobierno monocolor, una alternativa que también bendice Moody’s. Admite que podría funcionar “razonablemente bien” tal y como ha ocurrido en Portugal o Irlanda, por ejemplo.
Gobierno más fuerte
La agencia mantiene que el resultado del 28A proporciona “vías para lograr un Gobierno más estable” en España. Incluso considera que podría tener “efectos positivos” en la calificación crediticia del país incluso en el escenario menos deseado, el de un acuerdo (de investidura o para el mandato) con el partido de Pablo Iglesias y los nacionalistas.
Los analistas basan su optimismo moderado en que su posición sería “significativamente más fuerte” que en la legislatura que acaba de terminar.
Más reformas
Con todo, insiste en realizar nuevas reformas macroeconómicas y fiscales. Moody’s hace referencia a la necesidad de que el sistema de pensiones consiga ser sostenible y que se cambien normativas impositivas. No ha hecho referencia a los últimos anuncios de Sánchez en este sentido, que le han granjeado el calificativo de “sablazo intolerable” y “fraude” por parte de Rivera.
En cuanto a las incertidumbres que genera el proceso independentista catalán en la política española y su impacto económico, Moody’s considera que los riesgos derivados de esta tensión deberían mantenerse contenidos por la “postura menos conflictiva del PSOE”.