Luis López de Herrera-Oria ha dejado de ser el principal accionista de Árima, la socimi que puso en marcha en octubre de 2018 intentando reeditar el éxito cosechado con Axiare. La inmobiliaria que fue adquirida por Colonial y que, en cuatro años, dejaba en los bolsillos del empresario 34 millones de euros entre sueldos y dividendos.
Ahora, las cosas han cambiado. Y, tras poner 11 millones hace seis meses, en la salida a Bolsa, para alcanzar el 10,9% de su capital de Árima, ha decidido que, por ahora, son suficientes. Finalmente, decidía no acudir a la ampliación de 40 millones promovida el pasado marzo.
Dilución del 10,9% al 7,79%
Una inyección que, para mantener la participación que ostentaba, hubiera requerido de una aportación de 4,36 millones de euros para hacerse con un paquete de 436.240 acciones.
Al no hacerlo, como queda reflejado en la notificación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Herrera-Oria se ha quedado con el paquete de casi 1,1 millones de títulos, aceptando una dilución en el capital del 28,56%. Pasa del 10,9% al 7,79%.
Herrera-Oria, fuera del "éxito" de la ampliación
De esta manera, cuando el propio consejero delegado de la socimi aseguraba que la ampliación había sido “un éxito y supuesto una muestra de confianza, tanto a la actividad de Árima como a la gestión del equipo directivo”, y que había sido respaldada por inversores cualificados e institucionales, incluyendo ciertos miembros del equipo directivo, ya sabía que él no estaba entre ellos.
Herrera-Oria se une así a la decisión adoptada por el banco de inversión Morgan Stanley, que tampoco aportaba los 205.000 euros necesarios para mantener el 5,12% que tenía en el capital de Árima, dejando su presencia reducida al 3,66%.
Salidas y llegadas
Unos salen o reducen su presencia y otros llegan o la aumentan. Entre los nuevos accionistas llegados a la socimi, Alken Capital (AFFM), la sociedad luxemburguesa que invertía algo más de 5 millones de euros para ocupar un puesto como accionista significativa de Árima con el 3,6%.
También se reforzaba el banco suizo UBS, hasta el 9,65%, que durante la semana pasada movía varias veces los títulos, desde su contabilización como derechos de votos a instrumentos financieros a futuro.
Los 10 euros, infranqueables
En el caso de Alken, la gestora de fondos fundada en 2005 por Nicolas Walewsky, los 5 millones inyectados en Árima demuestran que tiene confianza en el valor, al entender que las acciones están infravaloradas, y también en el equipo de gestión capitaneado por Herrera-Oria.
De momento, los 10 euros pagados por Alken siguen siendo una barrera infranqueable, con los títulos manteniendo un discurrir errático en el parqué, sin apenas negociación, lo que provoca que lleven cuatro sesiones varados en 9,9 euros.
Pendientes de aflorar propietarios de acciones por 30 millones
Del resto de accionistas nada se sabe. Hasta ahora, de los 40 millones aportados, solo han aflorado los 5 de Alken y los 4,34 aportados por la banca suiza UBS. Quedaría por saber quiénes son los tenedores de las acciones valoradas en 30,66 millones de euros.
En principio, habrían sido adquiridas por el resto de accionistas significativos de Árima, como la socimi Mistral Iberia, Bank of Montreal, los fondos Pelham y BSMA, el empresario castellonense Héctor Colonques, el copropietario de Porcelanosa que, en la salida a Bolsa en octubre, metía 5 millones de euros para hacerse con el 4,98% de Árima, y algunos directivos.
Sorpresas no descartables
Pero, a la vista de la marcha atrás dada por Herrera-Oria, no se descartan más sorpresas, con alguno de estos accionistas de referencia habiendo optado también, como ha hecho el consejero delegado, por no aportar más dinero.
Mientras aflora el reparto del capital tras la ampliación, el mercado sigue pendiente de que Árima anuncie los nuevos activos adquiridos con el capital recabado, cuya compra iba a ser inminente hace un mes. Y también de la firma de préstamos hipotecarios situando los activos como garantía.