Cellografica Gerosa ha inaugurado este viernes su segunda factoría en el polígono industrial de Olèrdola (Barcelona) con la que espera incrementar su facturación en dos millones de euros. La cúpula del grupo que nació en 1993 de la fusión de Vescoflex y Gerosa recuerda que esta previsión de crecimiento del negocio es la que se contempla en su plan estratégico y que aún debe avanzar más.
Hasta la fecha, la compañía alquilaba naves industriales de su alrededor para realizar la actividad que se ha trasladado a las nuevas instalaciones. “Nos dimos cuenta que necesitábamos más espacio y más adecuado para el desarrollo tecnológico de nuestro negocio”, indica el presidente de la compañía, Claudio Gerosa, en un comunicado.
Trecera factoría
Sacaron la cartera en 2017 para adquirir unos terrenos situados al frente de la factoría histórica e iniciaron la construcción del edificio que ahora han inaugurado, que ha propiciado una inversión de 13 millones de euros. Además, les queda terreno para una “futura expansión, ya que el crecimiento continuo es parte de nuestro ADN”, añade el directivo.
Dedicada a la fabricación de envases, la empresa trabaja de forma exclusiva con materiales biodegradables y recupera tanto el disolvente de las tintas como los adhesivos que utiliza, tal y como han remarcado sus portavoces. Su sede central está en Italia, en la ciudad de Invergio (35 km de Milan) y cuenta con cinco centros productivos, dos en Italia, dos en España y uno en Rumanía.
50 millones de facturación
Las factorías de Olèrdola se centran en los productos para la industria alimentaria. Vende a 35 países de todo el mundo y su facturación actual se acerca a los 50 millones de euros. Actualmente da empleo a 175 personas y prevé incorpora a otros 25 empleados en breve para dar respuesta a las nuevas necesidades de producción.
La inauguración oficial ha contado con la presencia del cónsul italiano en Barcelona, Lucilla Gaia Danese; el secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Joaquim Ferrer; el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; la presidenta de la Cámara de Comercio de Italia, Emanuela Carmenatti, y los representantes políticos y económicos locales.