Las oficinas centrales de la Cámara de Comercio de Barcelona se trasladarán al barrio de la innovación tecnológica de la ciudad, el 22@, como muy tarde en 2023. El presidente saliente de la institución, Miquel Valls, ha reactivado al final de su mandato la promoción de un nuevo edificio de oficinas “emblemático” cuya construcción terminará a mediados de 2022.
Este proyecto saldrá en gran medida adelante gracias al acuerdo de colaboración que la organización de dinamización empresarial ha suscrito este miércoles con el Ayuntamiento de Barcelona. El pacto que han rubricado la cuarta teniente de alcalde, Janet Sanz, y Valls garantiza la plena ocupación del inmueble situado entre las calles Pujadas, Fluvià, Selva de Mar y la avenida Diagonal.
Alquiler de 35 años
El consistorio arrendará como mínimo durante 35 años un total de 13 de las 21 plantas del edifico, además de quedarse el espacio subterráneo para ubicar allí archivos. Ubicará en los 12.987 metros cuadrados de este espacio entre 1.000 y 1.100 trabajadores de servicios municipales que ahora “están dispersos en varias oficinas de alquiler”, tal y como indican los implicados en un comunicado.
Aseguran que la integración propiciará un ahorro para las arcas públicas, ya que el alquiler tendrá mejores condiciones que los múltiples contratos que se mantienen en la actualidad. Cabe tener en cuenta que la Cámara de Comercio de Barcelona construirá el nuevo inmueble sobre terrenos de titularidad pública que el consistorio cedió a la institución empresarial para este fin en 2005.
33 millones de presupuesto
Fue en ese ejercicio cuando se definió el plan para renovar las oficinas centrales de la entidad, que ahora están ubicadas en la avenida Diagonal. Se firmó un primer acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento, gobernado en ese momento por Joan Clos (PSC), y se lanzó un concurso público internacional para contratar a un estudio de arquitectura.
Proyección de la nueva sede de la Cámara de Comercio de Barcelona / TAC ARQUITECTES
La premisa que se perseguía era proyectar un “edifico emblemático” y fue el Taller de Arquitectos Colaboradores (TAC Arquitectes) la sociedad que se impuso en la licitación. Eduard Gascón, Jordi Roig y Xavier Ferrés entregaron en 2009 el proyecto terminado, cuyo presupuesto se elevaba a los 33 millones de euros.
Retrasos por la crisis
El problema es que cuando esto pasó, la Cámara de Comercio de Barcelona no pasaba por su mejor momento económico. El Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero había acabado con las cuotas camerales obligatorias y la organización empresarial estaba inmersa en un proceso de búsqueda de fondos y de racionalización de gastos, por lo que no era pertinente asumir el compromiso económico de la operación.
Nueve años más tarde, las arcas de la Cámara de Comercio de Barcelona están saneadas y se cuentan con los recursos necesarios para la promoción. También está prevista la creación de una comisión paralela con representantes del consistorio y de la institución empresarial para hacer el seguimiento de las obras.
Oficinas de avenida Diagonal
La construcción del nuevo inmueble también permitirá a la organización hacer caja con las oficinas situadas en la avenida Diagonal. Aún no se ha definido qué uso se dará a las oficinas que se inauguraron en 1986, aunque se apunta a que podría seguir los pasos de la Casa Llotja de Mar. El otro edificio emblemático de su propiedad era el centro de la vida económica y empresarial en Barcelona entre los siglos XIV y XX. Ahora, sus salones se pueden arrendar. Allí se han ubicado desde convites de bodas hasta el Consejo de Ministros que el Gobierno de Pedro Sánchez organizó en diciembre.
Será el próximo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona el que decida cuál es el futuro de las oficinas de avenida Diagonal.