Las elecciones que se celebrarán entre el 2 y el 8 de mayo en las 13 cámaras de comercio de Cataluña han implicado el fin de una norma no escrita histórica entre el empresariado catalán. Los ejecutivos han acabado con el fair play y han dado por iniciada una precampaña bronca que ha marcado la despedida del presidente de la principal organización de dinamización empresarial, Miquel Valls.
El líder de la entidad de Barcelona ha sido objeto de un boicot que ha propiciado que no se aprobara el último movimiento económico que había propuesto. Para acallar las voces que criticaban que no se divulgaba el proceso de renovación, el ejecutivo pretendía habilitar una partida de 265.000 euros que se unirían a los 185.000 euros aprobados en un primer momento para publicitar los comicios. Este capital se pretendía amortizar en los próximos cuatro años, no era una inversión finalista, hecho que no comprometía los presupuestos del próximo mandato.
Boicot de Crous y Masià
¿Qué ocurrió? Que desde las candidaturas de Enric Crous, que se presenta de la mano de Pimec, y Ramón Masià se impulsó este boicot para dejar plantado a Valls en el último plenario de su dilatado mandato. De esta forma no se llegaba al quórum necesario y la sesión se convertía en informativa, por lo que nadie votaba nada.
Enric Crous (2i), candidato a la presidencia a la Cámara de Comercio de Barcelona, junto a Josep Maria Torres (2d), Josep González (i) y Martina Font (d) / CG
Esta fórmula evitaba que estos ejecutivos y sus partidarios se pronunciaran en contra de la propuesta de la actual dirección pero bloqueaban todo el orden del día, que no se podrá replantear en las próximas semanas. El órgano de gobierno de la Cámara de Comercio de Barcelona no se reunirá hasta después de los comicios.
Críticas internas
Este movimiento ha generado críticas incluso desde las propias filas de las candidaturas. Los que más tiempo llevan en la organización empresarial de Barcelona afean un movimiento que consideran “cobarde”, ya que implica no dar la cara ante el aún presidente, una figura a la que todos los candidatos aseguran que respetan. Más, cuando en el mismo plenario se presentó el cierre de 2018 y la Cámara arroja unos beneficios de 120.700 euros y una facturación de 19 millones, cifras que mejoran los resultados del ejercicio anterior.
Ramon Masià (c) en la presentación ante los medios de su candidatura para presidir la Cámara de Comercio de Barcelona / CG
Tras este movimiento está el choque sobre qué tipo de publicidad se debe impulsar en la organización. Valls tenía lista una campaña en la que se quería llegar a los empresarios y autónomos que pueden votar en la demarcación a través de los medios de comunicación y de la publicidad directa, pero había eludido el envío de la tarjeta censal física a la dirección de la sociedad adscrita, tal y como le reclamaba el equipo de Crous.
Tarjeta censal
El propio director de la Cámara de Comercio de Barcelona, Xavier Carbonell, explicó que esta acción tendría un coste de unos 400.000 euros y que el retorno del esfuerzo económico era bajo. Al ser direcciones genéricas de las empresas asociadas, la seguridad en que el empresario recibirá de verdad el correo físico es baja.
Además, se recordó que esta acción choca con el objetivo de que las elecciones camerales en Cataluña marquen un hito en innovación. La Generalitat impulsa sólo el voto electrónico, presencial o remoto, sin el que se hacía por correo o con urnas físicas en los colegios electorales.
Dudas sobre la votación
Cómo se votará en mayo es aún una cuestión que está en el aire. La cúpula de la Cámara de Barcelona recogió las preguntas de los empresarios al respecto en la sesión informativa del pasado jueves y se ha comprometido a remitirlas a la consejería de Empresa y Conocimiento, encabezada por Àngels Chacón. Todas las cuestiones se dirigen al auditor del proceso, Agtic Consulting, que ha sido contratado por la Generalitat.
Àngels Chacón, consejera de Empresa y Conocimiento que gestiona las elecciones a las cámaras de comercio / EFE
Los portavoces del departamento apuntan hacia el Consejo General de Cámaras de Comercio de Cataluña como el responsable de atender las dudas de los votantes. Recuerdan que es este organismo el que ha encargado de Scytl el desarrollo de la plataforma tecnológica que se usará en un mes.
Incertidumbres de los comicios
El decreto del Ministerio de Industria que define las características básicas del proceso señala que el voto electrónico debe basarse en un sistema de doble verificación que esté auditado antes, durante y después de los comicios. Los empresarios deberán recibir un pin identificativo de un solo uso, aunque no se ha ido más allá en los detalles.
Con todo, el Estado también aseguró que la participación electrónica no debía sustituir al voto presencial en urna y por correo. La Generalitat ha hecho caso omiso a esta directriz y el diseño electoral está en los tribunales. La incertidumbre se mantiene por ahora en los comicios empresariales catalanes.