Grindr cuelga el cartel de “se vende”. En la batalla por el espionaje entre Estados Unidos y China, la aplicación de citas para homosexuales, propiedad de la compañía china Beijing Kunlun Tech desde 2016, está en el punto de mira del gobierno de Trump, que ha instado a la empresa a vender la app “para garantizar la seguridad nacional” norteamericana.
La aplicación de citas es la más descargada del mundo, cuenta con 27 millones de usuarios y cotiza en bolsa. Sin embargo, el gobierno norteamericano teme que, a través de los datos de sus clientes, China pueda acceder a secretos de Estado o recabar más información de la necesaria. Esto se debe a que el país asiático se reserva el derecho de acceder a los datos de las compañías tecnológicas del país.
Geolocalizar a altos cargos
Una de las características de Grindr es que permite a los usuarios expresar cuestiones personales sobre su estado de salud e incluso si presentan sida. Así, el Gobierno de Estados Unidos teme que China pueda acceder a los datos de su personal militar y altos cargos que emplean la app, así como geolocalizarlos mientras algunos de ellos trabajan en lugares secretos.
Así, Estados Unidos ha instado a Beijing Kunlun Tech a vender Grindr si quiere que la aplicación continue siendo usada en el país. Aunque la compañía parece dispuesta, por el momento no se conoce la cantidad por la que se realizaría la operación.