La empresa valenciana Lladró ha comunicado a sus trabajadores la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a las cuarto empresas que conforman el grupo. La compañía, ampliamente conocida por realizar figuras de porcelana de lujo, ha explicado al comité de empresa y a las secciones sindicales que representan a sus trabajadores que el procedimiento de despido colectivo se debe a la "necesidad" de hacer el grupo más competitivo y eficiente.
La comisión negociadora será constituida durante las próximas siete jornadas y el periodo de diálogos entre empresa y empleados para llegar a un acuerdo en las condiciones del ERE se iniciará el primer día de abril.
Número indeterminado de despidos
Lladró no ha desvelado el número de trabajadores que se verán afectados por este procedimiento. Sin embargo, las cuatro secciones en las que está dividida la compañía se enfrentarán a esta reestructuración de plantilla. El grupo se divide en Porcelanas Lladró; Arte y Porcelana; Daisa Diseños Artísticos y Lladró --secciones comercial y administrativa--. En total la empresa tiene en nómina a unas 600 personas.
La dirección de la marca se escuda en la necesidad de "reorganizar el trabajo y ser más eficientes a nivel operativo" para explicarse ante sus trabajadores y asegura que el contexto empresarial de la compañía hace "imprescindible mejorar la competitividad".
Del ERTE al ERE
No es la primera iniciativa que afecta a los trabajadores puesta en marcha por Lladró. En septiembre de 2018 anunció la aplicación de un primer expediente de regulación de empleo, pero en esta ocasión era de aplicación temporal --comúnmente conocido por las siglas ERTE--. El expediente reduce la jornada laboral de 270 empleados durante un periodo de 18 meses. Este ERTE afectaba únicamente a las secciones productivas de la plantilla, no a las oficinas ni a los equipos creativos que ahora, con el despido colectivo anunciado, sí lo estarán.
El anunciado hoy es el segundo ERE que la compañía de porcelana valenciana afronta menos de cuatro años. El primero tuvo lugar en 2016, un año antes de que la empresa familiar pasara a manos del fondeo PHI Industrial Acquisitions. En aquel momento la plantilla sufrió un recorte del 30%, lo que afectó a los empleos de 268 personas.