Inkemia, la compañía biotecnológica de Mollet de Vallès, se ha declarado en preconcurso de acreedores ante el juzgado mercantil de Barcelona. Este hecho llega algo más de un año después de haber anunciado su primera emisión de bonos corporativos, una operación que no ha podido completar y que ha lastrado los resultados de la biotecnológica.
La firma cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) situó el objetivo a alcanzar con esta emisión de bonos en los 20 millones de euros. En enero de 2018 abrió esta operación y un mes después cerró la primera ronda con un resultado positivo: había captado 3,8 millones, lo que auguraba buenas perspectivas de alcanzar el total previsto. Sin embargo, el éxito inicial perdió empuje y, finalmente, Inkemia solo ha podido recaudar cinco millones con estos bonos, una cuarta parte de lo esperado.
Período de ajuste
El fundador y presidente ejecutivo de Inkemia, Josep Castells, explicó ayer que la compañía se ha visto en la tesitura de aceptar un "cambio de paradigma" al no disponer de los recursos que preveían con la operación lanzada en la plataforma Euro MTF–Euroclear, en Luxemburgo.
Este periodo de ajuste ya comenzó antes de acabar el año. En diciembre la empresa activó un plan de choque con el objetivo de recortar gastos e inversiones, vender activos no estratégicos, incorporar nuevos inversores y renegociar la deuda con los acreedores, según recoge el diario económico Expansión. En esta misma línea, la semana pasada fue aprobada, en el seno de la bioquímica catalana, un aplazamiento parcial del pago de los intereses de su deuda.
Números rojos
Los últimos datos económicos disponibles de Inkemia se refieren al primer trimestre de 2018. En aquel momento, la empresa reflejó una facturación de 1,92 millones de euros y unas pérdidas de 610.000 euros. También su capital corriente se encontraba en el terreno negativo: reflejaba un agujero económico de 3,6 millones de euros.
El precio de sus acciones bajó más de un 80% en 2018 en el MAB, donde su capitalización es de 8,36 millones de euros. La información que Inkema ha transmitido al mercado de valores apunta que el preconcurso de acreedores pretende salvaguardar la continuidad del negocio y "garantizar la evolución de las negociaciones" con los acreedores e inversores.
Empresa 'fugada'
Inkemia fue una de las empresas catalanas que decidió mover su sede fuera del territorio en 2017, año en el que el independentismo se encontraba en su punto álgido. Fue una de las primeras compañías protagonistas de la fuga de empresas que sufrió el territorio, ya que en octubre --cuando se celebró el referéndum por la independencia y su posterior DUI-- registró su domicilio social en la localidad de Tres Cantos, en Madrid.
Hace escasamente cuatro meses, en noviembre de 2018, la biotecnológica decidió regresar a Cataluña y situó su sede en Mollet, concretamente, en la Escuela Sant Gervasi Cooperativa. Esta institución es, además, la accionista mayoritaria de la firma, con el 34,1% de sus acciones. Fondos gestionados por Trea Assets Management tienen el 17,17% y el propio Castells, el 8% del capital.