Continúa el toma y daca en la búsqueda de una salida a la crisis que atraviesa la cadena de supermercados Dia.
Al anuncio, el pasado 5 de febrero, del holding LetterOne --máximo accionista con el 29% y bajo control del magnate ruso Mikhail Fridman-- de lanzar una OPA para hacerse con el resto del capital, le sucedía este domingo una reunión extraordinaria del consejo de administración en la que convocaba, para el 20 de marzo, la junta de accionistas que busca aprobar el plan de rescate supervisado por los bancos acreedores, con el Santander al frente del ya conocido como G-12.
Fridman moverá ficha de manera inminente
Y antes de que acabe la presente semana, está previsto que Fridman mueva ficha de nuevo, para presentar oficialmente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su OPA. Una oferta en la que, a la vista de lo que pretende llevar el consejo a la junta, el magnate ruso contempla subir ligeramente su inicial oferta de 0,67 euros por acción, para rozar el euro, y así convencer a otro buen número de accionistas.
En estas dos semanas, desde que LetterOne anunciara su intención de lanzar una OPA, los movimientos se han sucedido de manera vertiginosa. Unos, los de Fridman, a la sombra de la City londinense para asegurar el éxito de su oferta, sumando a su causa ese 12,54% en manos de una veintena de fondos de inversión que, con el 35% que atesoran LetterOne y Goldman Sachs, ya llegaría al 47% de Dia, a tiro de piedra de superar el 50% y hacer y deshacer a su antojo.
Más ruido que otra cosa
Otros, con más ruido que otra cosa, con tan solo el 2% que dicen aglutinar. Es el caso de la recientemente creada Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD), que busca defender los intereses de minoritarios, trabajadores y proveedores del grupo de distribución.
Asociación que, en principio no pretendía acercarse a ninguna de las dos partes en disputa --no les gustaba ni las operaciones especulativas de Fridman ni la ampliación promovida por el consejo--, pero que, al final, no le va a quedar otra que tomar partido por una u otra, ya que, en cualquier caso, la dilución del capital que aseguran ostentar está garantizada. Perderán dinero sí o sí.
Perder menos con Fridman que la ruina de la ampliación
En este sentido, en principio, y tras conocer el detalle de la reducción y posterior ampliación de capital que pretenden sacar adelante el consejo y los bancos en la junta del 20 de marzo, desde la asociación se apresuraban a calificar este operación como una “grave equivocación que solo servirá para entregar la mayoría a Fridman”, por lo que ya confirman su intención de no acudir a la ampliación.
“Preferimos la OPA de Fridman o vender los títulos en el mercado, pese a que consideran que el precio está por debajo del valor real”, señalan desde esta variopinta asociación constituida por varios empresarios valencianos el pasado 2 de enero, y que está presidida por Rafael del Castillo, dedicado a los negocios inmobiliarios.
Miguel Durán, a ver qué pilla
Decían representar inicialmente el 1% del capital de Dia, pero aseguraban contar con solicitudes de adhesiones de accionistas que les permitirían alcanzar el 5% “para poder trasladar el descontento a la junta de accionistas”.
El pasado viernes, la asociación anunciaba la adhesión a su causa del expresidente de la ONCE, Miguel Durán, con el supuesto grupo de accionistas de Dia que aglutinaba, sin especificar porcentaje alguno del capital. La llegada del despacho Durán & Durán Abogados a Dia se suma a su aparición del bufete en otras crisis de empresas recientes, como Abengoa, el Banco Popular o iDental.
En busca del 'caballero blanco' que no aparece
Desde el primer momento, el gran objetivo de la asociación de accionistas de la cadena de distribución pasaba, y sigue pasando, por buscar “un caballero blanco que mantuviera la nacionalidad española de Dia”, apuntaba Del Castillo en varias apariciones radiofónicas.
Por eso, se agarraron como un clavo ardiendo a la posibilidad de unirse a los integrantes del pacto sindicado que entraba en escena tras el anuncio de la OPA de Fridman.
Zasca en toda regla a la asociación de minoritarios
Su gozo en un pozo. El ingeniero Pedro Gómez-Pablos, uno de los integrantes del referido acuerdo sindicado, junto al inversor francés Gregoire Bontoux, tuvo que salir a escena para desmarcarse por completo de la propuesta de unión realizada desde la asociación.
“Nuestro pool se encuentra cerrado y al mismo se incorporan empresarios y family offices con lo que tenemos una buena relación”, apuntaba Gómez-Pablos, dejando claro que no querían vincularse a ningún intento de politización o judicialización en el proceso de toma de control abierto en la cadena.
Accionistas del sindicado, a pies juntillas con el consejo
A diferencia de lo que piensan desde la AADD, Gómez-Pablos mantiene el criterio de que Dia puede salir adelante restableciendo su equilibrio patrimonial y aportando los fondos necesarios para la reestructuración de su deuda. Se alinean así con el plan estratégico que, en “en la dirección adecuada”, ha planteado el consejo capitaneado por Borja de la Cierva, y se posicionan en contra de la alternativa de Fridman.
"Dentro de este planteamiento no tenemos ninguna intención de presentar demanda alguna contra ninguna parte", cortaba de raíz Gómez-Pablos el intento de acercamiento planteado desde la asociación presidida por Rafael del Castillo.
Como prueba de su confianza en la actual dirección de Dia, este domingo, tras la convocatoria de la junta, desde el pacto de sindicación anunciaban la posibilidad de ofrecer una primera ampliación de capital acelerada, por 100 millones de euros, para tratar de llegar a la junta en un clima de menor tensión.
Entradas y salidas del pacto de sindicación
En el seno de este pacto sindicado también ha habido variaciones en el poco tiempo que lleva en marcha. Cuatro días después de ser notificado a la CNMV el acuerdo alcanzado entre Bontoux --accionista histórico de Carrefour-- y los hermanos Gómez-Pablos Calvo, la marcha atrás de uno de estos hermanos reducía el capital del sindicado del inicial 3,25% al 3,09%.
Quien sí ha tenido cabida en el pacto sindicado, sin que se determinarse aportación alguna al capital de Dia, ha sido el empresario belga Jean Derély, fundador e inversor en 'startups' tecnológicas, ‘fichado’ para, llegado el caso, asesorar a Dia en su transformación digital.