El consejero de Trabajo, Chakir El Homrani (i), junto al presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre (c), y el de Pimec, Josep González (d), en el último encuentro de negociación colectiva / FOTOMONTAJE DE CG

El consejero de Trabajo, Chakir El Homrani (i), junto al presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre (c), y el de Pimec, Josep González (d), en el último encuentro de negociación colectiva / FOTOMONTAJE DE CG

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La Generalitat da un mes a Foment del Treball, Pimec y Fepime para que demuestren su poder patronal

El Homrani recupera el decreto que diseñó Felip Puig para iniciar el polémico conteo de la representatividad, un proceso del que reniega la gran patronal catalana

18 febrero, 2019 12:41

El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani (ERC), ha dado un mes a Foment del TreballPimec y Fepime para que demuestren su poder en el mapa económico catalán. Ha dado el disparo de salida al polémico conteo de la representatividad patronal este lunes, una batalla que el exsindicalista de UGT había eludido hasta la fecha. Desde su entorno reconocen que el proceso está abocado a una nueva pugna judicial que se acumulará a los 12 años de batallas entre organizaciones empresariales en Cataluña.

De hecho, la gran patronal liderada por Josep Sánchez Llibre ya ha dejado claro que no piensa participar en este proceso. Se muestra contrariada por la fórmula que ha elegido el Gobierno catalán. Tampoco no es una novedad estricta. El Homrani se ha limitado a recuperar el decreto que firmó en diciembre de 2015 Felip Puig, cuando ocupaba la consejería de Empresas y Trabajo en la segunda legislatura de Artur Mas.

Primer recurso en los tribunales

Foment del Treball ya recurrió en ese momento a los tribunales. Se daba por sentado que la fórmula por la que habían optado los convergentes beneficiaba de forma abierta a su rival en el proceso, Pimec, una organización que de forma histórica a sido más próxima a las tesis políticas de la actual PDeCAT.

Puig aceptó la reivindicación de la entidad liderada por Josep González y decretó que la fuerza de las patronales se mediría de forma exclusiva por el número de empresas asociadas. No tenía en cuenta ni el impacto económico ni laboral de su actividad. Es decir, un autónomo es contabilizado del mismo modo que una gran compañía que genera 400 empleos. Sin ningún elemento correctivo. Hecho que propició que la gran patronal catalana recurriese al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en noviembre de ese ejercicio.

Comtié ejecutivo en Foment

La Generalitat decidió entonces frenar el proceso hasta que no se resolviera el contencioso iniciado. ¿Ocurrirá lo mismo cuatro años más tarde? Sánchez Llibre analizará junto al comité ejecutivo de Foment del Treball qué pasos debe seguir en una reunión que tiene lugar este mismo lunes.

Desde Pimec recuerdan que hace meses que exigen a El Homrani que dé el paso e inicie el polémico conteo de la representatividad. Señalan que el pacto alcanzado con la antigua dirección de Foment del Treball, la que presidía Joaquim Gay de Montellà, incluía recuperar el proceso si las negociaciones iniciadas para facilitar el reparto concluían sin acuerdo y que así ha ocurrido. No se pusieron de acuerdo ni con la anterior cúpula ni con la actual.

Pimec exige la paridad

La organización liderada por González exigía la paridad en las mesas de negociación de convenios, el gran poder de la representatividad empresarial. Foment del Treball aceptó la desaparición de Fepime, su patronal de pymes asociada, y aceptó renunciar a parte de su fortaleza actual a favor de Pimec. Pero sin llegar a la paridad que le exigía su patronal rival.

González había asegurado hasta en tres ocasiones que el diálogo estaba roto. El punto de inflexión fue cuando Sánchez Llibre recordó que la gran patronal catalana es la voz del 70% de la actividad económica en Cataluña. Una realidad que se vería diluida en el diseño del conteo de Puig al estar referido sólo por número de compañías.

TSJC y Supremo

Desde Pimec afirman que la gran patronal catalana no lo tendrá tan fácil para conseguir que el TSJC falle a su favor. Indican que el Alto Tribunal catalán había decidido en 2017 enmendar varios puntos del decreto de Puig, pero no cambiaba el fondo de la metodología, y que el Tribunal Supremo inadmitió a trámite los recursos de casación que Foment del Treball y Fepime habían promovido. Hecho que habilitó de forma expresa al Gobierno catalán a empezar un proceso sin precedentes.

De hecho, hace semanas que preparan a sus empresas para que realicen los trámites necesarios para participar en el conteo que ha iniciado la Generalitat. La batalla patronal en Cataluña continúa.