Francisco González ganó 5,1 millones en su último año como presidente del BBVA

Francisco González ganó 5,13 millones en su último año (2018) como presidente del BBVA. A pesar de lo abultado del importe, es un 11% inferior a la remuneración que percibió en el ejercicio anterior, según la información remitida por la entidad a la CNMV. Todo tiene una explicación: el descenso se debe a los desequilibrios económicos de Turquía y Argentina, donde el banco tiene intereses.

Para ser precisos, Francisco González cobró 2,5 millones de euros fijos, mientras que la remuneración variable se estableció en 2,6 millones, un 20% menos que en 2017. Por su parte, el entonces consejero delegado y hoy presidente, Carlos Torres Vila, percibió 4,51 millones, equivalente al 8% menos, divididos en 1,96 millones fijos y 2,4 millones variables (un 15% menos que en el ejercicio anterior).

Onur Genç, actual consejero delegado, cobra 3,2 millones

Asimismo, BBVA realizó una aportación al sistema de previsión del consejero delegado de 1,6 millones de euros, que corresponde a la aportación anual para la jubilación fijada en 2017. Su sistema de aportación definida establece aportaciones anuales que se fijan claramente y ex ante, por lo que no puede percibir la pensión de jubilación de forma anticipada y tampoco en caso de cese por incumplimiento grave de funciones.

Por su parte, el actual consejero delegado, Onur Genç, no devengó ninguna remuneración en 2018 por su nuevo cargo. Su remuneración fija y variable en el ejercicio estuvo asociada a su anterior cargo de consejero delegado de BBVA Compass y responsable de BBVA en Estados Unidos: 2,2 millones fijos y 980.000 la parte variable.

El BBVA pagará el 60% de la remuneración variable en 2022 

En el BBVA, el 40% de las remuneraciones variables se satisfará durante el primer trimestre del 2019, mitad en forma de acciones y la otra mitad en metálico. El otro 60% queda diferido hasta 2022 y sujeto a indicadores plurianuales que pueden reducir e incluso llevar a cero dicha parte, nunca incrementarla. Esta parte también se dividirá en acciones (60%) y metálico (40%).

Toda la remuneración variable está sujeta a cláusulas malus, que podrían limitar o impedir el cobro debido a posibles resultados de ejercicios negativos o malas prácticas, y a cláusulas clawback, que podrían permitir a la entidad recuperar cantidades ya satisfechas.

Carlos Torres Vila, a la izquierda, y Onur Genç, presidente y consejero delegado de BBVA

Imagen de archivo de Carlos Torres Vila (i) y Onur Genç (d) del momento de la firma con BEI de la primera titulación sintética en blockchain para financiar pymes / BBVA

Turquía y Argentina lastran las remuneraciones en el BBVA

El BBVA argumenta que la remuneración variable de los consejeros ejecutivos generada en 2018 descendió dado que algunos indicadores financieros, aunque mejoran respecto al ejercicio anterior, se sitúan “por debajo del objetivo establecido”, fundamentalmente debido a los desequilibrios económicos en Turquía y Argentina.

El comportamiento de varios indicadores, como la ratio de eficiencia o el beneficio atribuido sin operaciones corporativas en estos países se vio afectado por la evolución de los tipos de cambio y el impacto negativo derivado de la contabilización de la hiperinflación. Ello no emborrona los “excelentes” resultados del grupo, con un crecimiento del beneficio neto atribuido del 51,3%, hasta 5.324 millones de euros.

Torres Vila ganará 2,45 millones fijos como presidente del BBVA

En 2019, para la determinación de la remuneración variable, el consejo de administración ha mantenido los indicadores de beneficio atribuido sin operaciones corporativas, ratio de eficiencia y el indicador de satisfacción de clientes, aunque ha incorporado dos nuevos indicadores: el valor contable tangible –relacionado con la creación de valor para el accionista– y las ventas digitales.

Por otro lado, el consejo someterá a la junta general de accionistas de marzo la actualización de la política de remuneraciones, que fue aprobada en 2017, con el fin de incorporar las condiciones contractuales del nuevo presidente ejecutivo, Carlos Torres Vila, y del nuevo consejero delegado, Onur Genç. En caso de ser aprobada, esta nueva política se mantendría vigente hasta 2021.

El consejero delegado del BBVA, un caso especial 

La propuesta del consejo es una retribución fija de 2,45 millones de euros para Torres Vila y de 2,18 millones de euros para Genç. Además, propone que la retribución fija anual no pueda incrementarse más de un 5% de media anual durante la vigencia de la política.

Respecto a Genç, además de un seguro por invalidez y fallecimiento, contará con dos remuneraciones complementarias fijas por su condición de alto ejecutivo internacional: una cantidad anual en efectivo –que sustituye a la pensión de jubilación–, equivalente a un 30% de su retribución fija anual, y una cantidad anual en efectivo, como complemento de movilidad, que equivale a 600.000 euros anuales.