La cúpula de la firma de reparto a domicilio Glovo ha terminado el ejercicio con una reestructuración del consejo de administración para reflejar su nueva realidad. El grupo fundado y dirigido por Oscar Pierre Miquel ha superado este 2018 su perfil de start up gracias a la suma de un gigante como AmRest, que gestiona franquicias de restauración tan conocidas como La Tagliatella; y el inversor francés Indivest, con una presencia destacada entre emprendedores españoles.
También han amanecido en el accionariado del grupo la japonesa Rakuten, socio del Barça; el fondo Cathay Innovation, nacido en Hong Kong; y el español Seaya Ventures, liderado por Beatriz González, hija del ya expresidente de BBVA. La operación se anunció en verano e implicó la entrada de 115 millones de euros en la compañía. Se trata de la principal ronda de financiación suscrita en el ejercicio pasado e implicó valorar Glovo en unos 300 millones de euros.
Nuevos representantes
El cambio en el accionariado ha implicado una lógica adaptación del principal órgano ejecutivo. El consejero delegado de AmRest Holgind, Henry McGovern, cuenta desde ahora con una silla en la cúpula de la empresa de Barcelona. También se suma al órgano directivo el empresario Carlos Eduardo Gouveia.
Oscar Pierre, el cofundador y coconsejero delegado de Glovo en los 'headquarters' de Barcelona / CG
Toman el relevo del Gerard Olivé, el cofundador y coconsejero delegado de Antai Venture Builder. Esta firma inversora ha salido de forma definitiva de la compañía de Pierre.
Renovación de 2017
La actual adaptación del consejo de administración, que crece de forma paralela a la compañía, se hace un año después de una primera reestructuración. A finales de 2017 ya se incorporaron en la cúpula Oskar Mielczarek de la Miel, el ejecutivo que se encarga de las inversiones de Rakuten, y Jacobo Abitbol, representante de Cathay. La entrada de Beatriz González en la cúpula es anterior, lo hizo en noviembre de 2016.
Glovo fue fundada en 2015 por Pierre y Sacha Muchaud. stá ahora inmerso en un proceso de expansión. Ahora está inmerso en un proceso de expansión en el que busca replicar en otros países el éxito que ha cosechado en España. La aplicación se ha convertido en las grandes ciudades del país en el principal rival de Deliveroo.
Conflicto laboral con los ‘riders’
Más allá de la gestión estratégica, en el ejercicio en curso tiene pendiente resolver un conflicto laboral con sus repartidores, los llamados riders. En los últimos días de diciembre la Inspección de Trabajo de Valencia concluyó que unos 200 trabajadores de la compañía eran falsos autónomos, por lo que la empresa les debería pasar al régimen general de la Seguridad Social.
La resolución, que parte de una denuncia de CCOO, es recurrible y se sumará a las diversas causas abiertas por los repartidores tanto de Glovo como Deliveroo en los tribunales del país. Hasta la fecha, la justicia ha publicado sentencias contradictorias sobre la naturaleza jurídica de los empleados afectados.
Espaldarazo en Italia
La compañía española cuenta con una primera sentencia en firme de la Corte Suprema de Milán. La juez Giulia Dossi dictaminó en septiembre que el rider denunciante no era un empleado subordinado de Foodinho, la marca con la que opera en esa ciudad. Dio un espaldarazo al modelo laboral de Glovo.