Grifols quiere hacer caja con la compraventa del Camp Nou. La multinacional de hemoderivados estudia quedarse con los derechos para poner nombre al nuevo estadio del FC Barcelona para luego revenderlos a un tercero.

Pese a que la empresa ha negado en dos ocasiones de manera oficial estar interesada en esta operación, según ha avanzado El Economista, el matiz se encuentra en que esta oferta no parte del conglomerado empresarial, sino de la propia familia y de directivos de Grifols.

Sociedad Scranton Enterprises BV

El cierre de este acuerdo, siempre según el citado diario, se haría a través de través de la sociedad Scranton Enterprises BV, un vehículo de inversión que opera desde Holanda. Pero la intención de la familia Grifols no pasaría por poner su apellido al campo del Barça sino por comprar estos derechos de naming y buscar luego un comprador que sería que sí aportaría su segundo nombre al estadio. 

La operación supondría una inyección de capital para la entidad que preside Josep Maria Bartomeu. Según el propio club, la venta de los derechos del nombre del Camp Nou podría superar los 300 millones de euros, cifra nada desdeñable para contribuir a rebajar la deuda del club. 

Antecedentes

En octubre de 2017 ya trascendió que el conglomerado y el equipo azulgrana habían iniciado conversaciones para cambiar el nombre del estadio a Camp Nou-Grifols. En aquella ocasión, se habló de una cifra cercana a los 400 millones de dólares (353 millones de euros al cambio) por 30 años.

El grupo tomó en septiembre el control del Club Joventut de Badalona de baloncesto mediante una ampliación de capital por valor de 3,7 millones de euros. Los accionistas de la empresa deportiva, en dificultades económicas, dieron el visto bueno a una operación que se vehiculó mediante una filial del conglomerado.