MRW, compañía de reparto, está inmersa en una nueva pugna laboral en el momento del año con mayor carga de trabajo. Los sindicatos del grupo han denunciado ante la Inspección de Trabajo lo que consideran que es un volumen absolutamente desproporcionado de despidos disciplinarios que han tenido lugar en la compañía en los últimos años.
En total se han aplicado 27 expedientes en lo que llevamos de vigencia del convenio colectivo. Un documento laboral en el que los trabajadores renunciaban al grueso de sus revalorizaciones de salario en los tres primeros años de aplicación a cambio de blindar la estabilidad de la plantilla. Se introdujo una cláusula por la que la dirección se comprometía a renunciar a reorganizaciones de empleo pero, según los representantes de los trabajadores, se ha quebrantado.
Ajuste de salario en MRW
Detallan que se pactó aplicar sólo un incremento del 38% de lo previsto en el convenio en el primer año de aplicación, en 2016. En el ejercicio siguiente el porcentaje llegaba al 80% y la revalorización total se alcanzaba en el año que está a punto de terminar. La mejora salarial implicaba que se aceptaran las tablas de los diferentes convenios de aplicación en el grupo, explican desde el comité de empresa. Desde los de mozos, que afectan a los repartidores, al personal de oficinas y despachos.
Los sindicatos denuncian que se ha hecho un ajuste encubierto. Aseguran que los receptores de los expedientes disciplinarios denunciados son todos los empleados de mayor antigüedad en el grupo y que, de forma casual, la mayoría pertenecían al entorno de confianza de la anterior dirección de MRW.
Cambio de la dirección de MRW
La compañía arrastra desde hace años un cambio en la dirección y el accionariado que fue traumático. Los fundadores del grupo, la familia Frías, fueron expulsados en 2012. La limpieza de directivos de la etapa anterior llegó cinco años más tarde, cuando también se activó la salida de los trabajadores de su más estricta confianza.
Esta práctica ha suscitado tensiones con los trabajadores en varias etapas. Lamentan que aún no hayan cesado y que se hayan aplicado, según su relato, a través de los expedientes disciplinarios y las faltas severas. Su validez se analizará ahora en Inspección de Trabajo.