Luis Hernández de Cabanyes, presidente y consejero delegado de Renta Corporación, junto a Cristina Orpinell, su esposa y presidenta de la Fundación de la inmobiliaria, llevan 4 años, desde que la compañía sacó adelante la propuesta de convenio que permitió superar el concurso de acreedores, desprendiéndose de acciones de la empresa patrimonialista.
En diciembre de 2014, Hernández de Cabanyes acreditaba el 31,5%. Hoy, tras las últimas operaciones, suma el 21,53%. Un paquete de 3,3 millones de acciones traspasadas que, gracias a la enorme revalorización bursátil de la empresa, le ha permitido embolsarse unos 8 millones de euros.
Acciones de 0,57 a 4,57 euros tras el concurso
Tras la suspensión de la cotización por la entrada en concurso, Renta volvía al parqué el 30 de octubre de 2014 con las acciones en 0,57 euros, que otorgaban a la empresa un valor de mercado de 19 millones de euros. Desde entonces, subidas y más subidas, hasta los 4,57 euros alcanzados a finales de junio, cuando la capitalización alcanzó los 150 millones de euros.
En los últimos seis meses, coincidiendo con la ventas realizadas por los accionistas, en busca de plusvalías, y del propio tándem De Cabanyes-Orpinell, Renta Corporación ha perdido algo de fuelle, cayendo las acciones hasta los actuales 3,4 euros en que cerraba este miércoles, que dejan el valor de la compañía en 110 millones.
El fondo Briarwood y el fundador de Pachá
Dos han sido los principales inversores que han adquirido las acciones vendidas por el presidente y CEO de Renta. Primero, el fondo estadounidense Briarwood, fundado y dirigido por el inversor estadounidense de origen hindú Aalap Mahadevia. Y después, a la family office de la familia de Ricardo Urgell, el que fuera fundador de la cadena Pachá, hasta su venta en 2017 al fondo Trilantic por 350 millones de euros.
En el caso del inversor hindú, aparecía, por primera vez como accionista de Renta Corporación, en mayo de 2016, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Lo hacía para notificar que había superado el 3% del capital.
Repliegue del hindú Mahadevia tras plusvalías
A partir de aquí, compras y más compras por parte del fondo Briarwood, aprovechando las ventas realizadas por Hernández de Cabanyes, que llevaban al inversor institucional estadounidense a acreditar, en febrero de 2018, el 5% de Renta.
Un paquete de 1,64 millones de acciones, todas ellas controladas, no de manera directa con derechos de votos, sino a través de instrumentos financieros derivados. Lo último que se sabe del tránsito de Mahadevia por Renta es que, el pasado 31 de agosto, redujo su presencia por debajo del 3% y no lo ha vuelto a superar.
La familia Urgell pone 3,5 millones de euros
En el caso de Ricardo Urgell, las compras que le han propiciado alcanzar casi el 3% en la inmobiliaria patrimonialista se realizaban entre el 26 de julio y este lunes 17 de diciembre. Casi 950.000 acciones por las que el expropietario de las discotecas pagaba 3,5 millones de euros por los títulos de Hernández de Cabanyes, en una horquilla de entre 3,44 y 4,2 euros.
Parte de estas acciones traspasadas a Urgell eran titularidad de la barcelonesa Cristina Orpinell, esposa del presidente de Renta, que fue nombrada consejera el pasado mes de abril, cuatro meses después de que Fundación Renta Corporación alcanzara el 3%, gracias a la transmisión gratuita realizada desde Dinomen, la empresa controlada por su marido.
Del cielo al infierno y salida de este
Todo este trasiego de acciones lo acometía Hernández de Cabanyes tras pasar del cielo al infierno, y lograr salir de este. De presidir una empresa valorada en 1.000 millones de euros en 2007 a apenas 15 con los que en marzo de 2013 entraba en concurso, con una deuda financiera de 160 millones y un ‘agujero patrimonial’ de 27,5 millones.
Ahora, las cosas pintan mejor. Renta Corporación cerró el tercer trimestre del año con un beneficio de 11,7 millones de euros y sus previsiones apuntan a unas ganancias de 16 millones en el conjunto del año.
Vaticinio y pago de dividendos
En línea para cumplir el vaticinio lanzado por Hernández de Cabanyes, cuando la compañía superaba el concurso, de que “en cinco años sería más probable que el valor se multiplique por diez que no caiga a la mitad”, y planteaba el reto de alcanzar los 20 millones de beneficio en 2020.
Además, se ha retomado el pago de dividendos. El pasado 6 de noviembre los accionistas de la inmobiliaria se repartían un neto --ya sin la retención fiscal-- de 912.214 euros, de los que el presidente y su mujer percibieron 241.400 euros, incluida la parte que fue a parar a la Fundación.