Bankia acelera el desagüe de sus activos inmobiliarios improductivos y acaba de vender una cartera de créditos dudosos e inmuebles adjudicados al fondo Lone Star por 3.070 millones de euros, con lo que, en una sola operación, adelanta la desinversión prevista para el ejercicio 2019.
La operación se ha articulado a través de dos vías. Por un lado, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y el fondo tejano crearán una sociedad conjunta a la que aportarán los activos inmobiliarios, por un importe de 1.650 millones de euros, de los que el 80% serán adquiridos por el fondo y el 20% restante quedará en manos de Bankia. De estos, una parte está en alquiler, valorados en 170 millones.
Por otra parte, Lone Star constituirá otra sociedad en la que incluirá una cartera de créditos hipotecarios de dudoso cobro con un valor bruto contable de 1.420 millones de euros
Adelantar las ventas previstas en 2019
Con este movimiento, la entidad financiera, en la que el Estado, a través del Frob, ostenta el 61%, reducirá en más de 6.000 millones de euros sus activos improductivos durante 2018, lo que supone adelantar un año el calendario previsto en el Plan Estratégico 2018-2020.
Este plan contempla una disminución anual media de los activos problemáticos (dudosos y adjudicados) algo superior a los 2.900 millones de euros, con la finalidad de totalizar una bajada de 8.800 millones en el periodo.
Con ello, a la conclusión del ejercicio 2020 los activos improductivos se situarían en 8.400 millones de euros. De esta forma, la ratio de activos problemáticos quedará por debajo del 6% (frente al 12,5% en 2017) en bruto y del 3% en neto.
Cierre de la operación en primavera
Está previsto que la operación con Lone Star se cierre en el segundo trimestre de 2019, momento en el cual se procederá a la baja de los activos en el balance de la entidad.
Se estima que la transacción generará a Bankia unos ahorros de costes superiores a los 200 millones de euros antes de impuestos durante los tres años siguientes al cierre de la misma.
La operación tendrá un impacto negativo en la cuenta de resultados de 2018 de aproximadamente 85 millones de euros. En sentido contrario, en el momento de su cierre, tendrá un efecto positivo en la ratio de capital CET1 fully loaded en el entorno de 12 puntos básicos.