Más problemas para Facebook. Si hace unas semanas aparecían informaciones sobre el hackeo de información personal de los usuarios de esta red social, hoy se conoce la respuesta del gobierno de Italia por su falta de transparencia. La autoridad italiana de la competencia (AGCM) ha sancionado a Facebook con una multa de 10 millones de euros por la compartición ilícita de datos con fines comerciales sin el consentimiento de los usuarios.
La institución italiana ha comunicado que Facebook "induce a engaños a los usuarios que se registran en la plataforma" ya que no les informa "de manera adecuada e inmediata" de que la compañía recibe una compensación económica por suministrar datos a empresas. Según la AGCM, la empresa de Mark Zuckerberg tampoco comunica de forma correcta "los fines rentables que subyacen la prestación del servicio de redes sociales, destacando solo el servicio gratuito".
Investigación iniciada en abril
La autoridad de la competencia comenzó a investigar Facebook en abril de este mismo año. La premisa que inició esta investigación fue que Facebook habría podido incurrir en "violaciones del Código del Consumidor". La AGCM ha comprobado la veracidad de este indicio y asegura que la compañía ha implementado una "práctica agresiva" para con sus usuarios, otra de las razones que argumentan la multa recibida.
Según el estamento garante de la competencia, Facebook "ejerce una influencia indebida en los consumidores registrados, que sufren, sin el consentimiento expreso y previo, por lo tanto de forma inconsciente y automática, la transmisión de sus datos en Facebook a sitios web y aplicaciones de terceros con fines comerciales".
La sanción europea más alta
La multa de Italia a Facebook es la más alta impuesta a la compañía hasta ahora en Europa, aunque no la única. También fue sancionada en el Reino Unido a raíz del escándalo Cambridge Analytica. Esta empresa recibió datos de millones de usuarios sin el consentimiento de estos y Facebook tuvo que afrontar una multa de 500.000 libras (565.000 euros)
Facebook no es la primera gran empresa tecnológica que recibe la reprimenda del organismo italiano encargado de competencia. El pasado mes, Samsung y Apple fueron multadas por promover supuestamente la obsolescencia programada de sus dispositivos con el fin de que los usuarios compren nuevas versiones ya que los más anticuados no se actualizan.