El acoso escolar es una lacra en las sociedades modernas. Save the Children aseguró en su último informe Yo a esto no juego que el 10% de los estudiantes afirman sufrir bullying, otro 60% haber sufrido insultos en las aulas y casi un 30% agresiones físicas de compañeros. Los últimos datos del Ministerio de Educación son más conservadoras. Indican que el 4% de los alumnos españoles pasa por esta situación. Es decir, casi 200.000 niños de primaria y ESO. B-Resol es el nombre de una aplicación que se lanzó al mercado en 2016 en Cataluña y en tres años se ha convertido en una herramienta que usan más de 50 colegios públicos, concertados, de zonas rurales y urbanas para hacer frente a esta situación.
Su consejero delegado, Josep Fígols, justifica parte del éxito conseguido por superar una doble barrera. La de visibilizar los casos y habilitar un canal privado en el que los pequeños puedan denunciar y pedir ayuda del personal de su centro educativo. Y no se limitan a facilitar que se dé la voz de alarma de forma generalizada.
Toque de atención anónimo
La plataforma que está en el mercado posibilita que los estudiantes den un toque de atención a un profesor o psicopedagogo en concreto. Al que tienen mayor confianza y se sienten capaces de explicar la situación que sufren ellos mismos u otros amigos o compañeros de clase con su nombre o de forma anónima. Los profesores recibirán un mail que podrán contestar cuando quieran.
Todo ello, a través de una aplicación móvil. Los centros que han adquirido la solución disponen de un código concreto para gestionar toda la información que ofrecen los alumnos. También permite que las escuelas se queden con los registros de las gestiones que han realizado ante los casos de posible bullying, otro hecho capital para realizar análisis y sacar conclusiones.
10% de ‘fakes’
Fígols explica que, de los más de 2.000 mensajes que han pasado por su plataforma, los fakes se reducen al 10%. Otro 80% se refiere a conflictos leves y el “10-15% restante son cosas importantes”. Estos casos son los más complejos de resolver. Es preferible atajar un problema de acoso en su fase inicial.
Además, ha sacado a la luz otros problemas entre los adolescentes. Trastornos de conductas alimentarias, drogodependencias o autolesiones, básicamente, que también son una realidad en las aulas.
Acuerdo con la UOC
Cada centro educativo dispone de sus propios protocolos de actuación. Con todo, B-resol pone a disposición de las escuelas un manual práctico de cómo se debe hacer frente a estos conflictos e incluso pone a su disposición los estudiantes del máster de mediación de la UOC.
Cuentan con un convenio de colaboración con esta Universidad que a principios del actual curso escolar ha ido a más. El centro suscribió de forma íntegra la primera ronda de financiación externa que ha lanzado la start up. Ha conseguido 75.000 euros que se usarán en ampliar la plantilla, que ahora está compuesta únicamente por el equipo fundador, y se pone el foco en la expansión.
Colombia y Co-Resol
Desde el punto de vista territorial, la firma ha iniciado conversaciones para poner el primer pie en Colombia. Fígols reconoce que las conversaciones en este sentido están avanzadas, aunque aún no han concluido. Tienen previsto, además, consolidar su negocio en Andorra. El Principado es más complejo, ya que cuenta con tres sistemas educativos que conviven en el territorio. La oferta educativa es distinta, pero los problemas de bullying en las aulas son similares.
También se incide en la diversificación de productos. Tas el éxito conseguido en la comunidad educativa se trabaja en habilitar una herramienta muy parecida para el entorno laboral. Co-Resol se lanzará al mercado con el espíritu de ejercer de plataforma de compliance manager para los gestores de recursos humanos. El ecosistema en que los empleados podrán denunciar situaciones de abuso o acuso en el trabajo también de forma anónima.
Equipo de cinco fundadores
Detrás de la start up está un equipo fundador de cinco personas. Además de Fígols, han desarrollado la herramienta las abogadas especializada en mediación Meritxell Bosch, Natàlia Flores, Marta Méndez y Maria Teixidor. Esta última, que ejerce también de vicesecretaria de la junta directiva del Barça y es responsable de la sección femenina del club, es la persona que puso la primera piedra de B-Resol.
La aplicación B-Resol que está a disposición de los alumnos / B-RESOL
El consejero delegado de la empresa explica que en 2012 atendió a unos padres que habían perdido a su hijo por el acoso escolar. Así se lo explicaba en su nota de despedida, pero no tenían ni idea de qué le había sucedido. Para saber a qué tipo de bullying se enfrentaba, buscaron ayuda profesional para poder acceder a su memoria digital.
Licencia de pago
Conocer esta realidad le hizo encender las alarmas y empezó a trabajar con sus colaboradores más cercanos para desarrollar un primer B-Resol, que salió al mercado en un momento en que la sensibilidad ante el acoso escolar era mucho menor que la actual.
La herramienta está disponible en todos los principales ecosistemas operativos, iOS y Android, y las escuelas interesadas en adquirirla deben adquirir una licencia. Por ahora, en cada nuevo curso escolar incrementa su popularidad en las aulas.