Tres meses después de que el empresario mexicano Carlos Slim apareciera por primera vez en público (ello ocurrió cuatro años después de tomar el control del Grupo FCC), el futuro de algunos negocios sigue generando grandes dudas. El inmobiliario es uno de ellos.
A pesar de que todo parece indicar, a la vista de los datos, que el ladrillo residencial está experimentando un nuevo periodo de bonanza, con ambiciosos planes de crecimiento por parte de empresas como Aedas, Neinor, Quabit o Metrovacesa, en Realia no tienen, de momento, esa sensación. Y, trimestre tras trimestre, los resultados lo ponen de manifiesto.
Excedente precrisis inagotable
En esta ocasión, los números de la inmobiliaria hasta el pasado 30 de septiembre vienen a certificar una vez más que la actividad promotora no solo no acaba de subirse al tren del nuevo ciclo, sino que, además, la venta del antiguo excedente está costando Dios y ayuda.
“El stock de producto precrisis es todavía elevado en la mayoría de ubicaciones y, por tanto, la recuperación de precios, con respecto a antes del inicio de la crisis, es selectiva y solo concentrada en las zonas con demanda”, justifica la empresa promotora.
Liquidaciones a pérdidas
Y, lo peor, ese lento desagüe del excedente lo está realizando Realia con liquidaciones paupérrimas de las viviendas, a precios más baratos que hace un año y con pérdidas.
Así lo ha reconocido la promotora que dirige, como consejero delegado, el también mexicano Gerardo Kuri Kaufmann, al presentar las cuentas de los nueve primeros meses del año. Un periodo en el que Realia ha ahondado en el margen bruto negativo en la venta de viviendas que viene registrando en los últimos meses.
Margen bruto negativo de 2,8 millones
Si hasta junio ese margen (la diferencia entre el precio de venta y su coste de producción) era de 1,7 millones de euros negativos, en septiembre la cosa no ha mejorado. Todo lo contrario.
El referido margen ha sido más rojo, hasta llegar a 2,8 millones de euros, luego mitigado por el ajuste contable de la reversión de provisiones, quedando en 500.000 euros negativos, muy por debajo del positivo de 2,3 millones logrado hace un año.
Los precios de Valdebebas descabalan el margen
Realia justifica este desajuste por el hecho de que, entre las viviendas entregadas en 2017, se encontraba una promoción ubicada en el barrio madrileño de Valdebebas, donde el precio de las casas es muy superior al de las viviendas entregadas en los nueve primeros meses de este año.
Así, los 80 pisos vendidos entre enero y septiembre de 2017 lo hicieron a una media de 211.250 euros, mientras que los 68 entregados en el mismo periodo de este año lo han hecho en 157.352 euros.
También achaca la inmobiliaria la caída de los ingresos en casi un 43% (7,2 millones de euros menos que hace un año) al retraso producido en la entrega de viviendas terminadas y la anulación de ventas de parcelas, por un millón de euros, por parte de la junta de compensación de Valdebebas, y que en su día le fueron aportados por Realia.
Deuda reducida y bajo control
Como contrapartida positiva a estos resultados negativos trimestrales, la promotora controlada por Carlos Slim ya no cuenta con la presión añadida que supone tener vencimientos de deuda a la vista. Tras refinanciar en junio con Caixabank la deuda ligada a la actividad promotora, no tendrá que devolver los 120 millones de euros prestados hasta diciembre de 2020.
Hasta entonces, Realia cuenta con acabar de vender definitivamente, por unos 50 millones de euros, las algo más de 300 viviendas que forman ese excedente inagotable de inmuebles del periodo precrisis, y entregar también los 146 pisos cuya construcción acaba de iniciar en Sabadell (Barcelona) y Palma de Mallorca.