El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tendrá la última palabra en el gran concurso de los ferrocarriles catalanes. Alstom y Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) han presentado un recurso que ha sido admitido a trámite por la Sala Quinta de lo Contencioso Administrativo respecto a la adjudicación que se hizo el 22 de diciembre de 2017. El contrato valorado en 128 millones de euros se adjudicó a la multinacional suiza Standler en esa jornada.
Este grupo partía como favorito para construir 15 trenes con sus correspondientes piezas de recambio (es decir, el mantenimiento) que darían servicio en la nueva Línea Barcelona-Vallès de los FGC. Como se habían ampliado las estaciones tanto en el ramal que va hacia Sabadell como el que llega a Terrassa, las dos cocapitales del Vallès Occidental, la empresa del Gobierno catalán necesitaba más convoyes para cubrir las nuevas necesidades de la línea.
Centros productivos
La firma helvética con factoría en la localidad valenciana de Albuixench consiguió la mejor puntuación en el concurso público. Superó a sus rivales por el apartado técnico, ya que la oferta económica no era la más ventajosa. Aceptar un encargo anterior de FGC casi a precio de derribo fue clave para la resolución de este contrato, según fuentes cercanas a la compañía.
Standler construyó por tan sólo 9,6 millones a finales de 2015 los trenes que circulaban por la línea Lleida-La Pobla de Segur. El modelo que se desarrolló en ese momento fue el que consiguió decantar la balanza a su favor en la licitación que concluyó en plena vigencia del 155.
Alstom en Santa Perpètua
La resolución de la mesa de adjudicación de FGC levantó polvareda. Ya se había criticado al Gobierno catalán por no haber incluido en los pliegos de condiciones del contrato alguna cláusula que beneficiara a la industria ferroviaria local, en horas bajas tras el envite de la crisis. El único centro productivo del territorio es el de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda, cuyos trabajadores han reclamado en múltiples ocasiones a la multinacional gala más carga de trabajo.
En el gran concurso de los ferrocarriles de la Generalitat, donde se presentaban en UTE con CAF, los sindicatos de esta factoría criticaron a la dirección de la filial en España por no haberse implicado más en el concurso. Consideraban que la oferta que se presentó se podría haber mejorado más. Standler les superó por la parte técnica y Patentes Talgo en la económica. Dos empresas con una relación limitada con el ferroviario catalán.
Recurso ante el TCCSP
La primera decisión que tomó la cúpula de Alstom en España fue recurrir al Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP). En una resolución publicada en julio, reconoció que unos “criterios de adjudicación poco preciosos” que generaban “confusión” a las empresas licitantes.
Con todo, rechazó anular la adjudicación por estos fallos. “Estos aspectos no fueron cuestionados por ninguna de las empresas licitadoras, aceptando la redacción de los pliegues y de esta configuración”, indican las conclusiones del tribunal a las que ha tenido acceso Crónica Global.
Encargo de nuevos trenes
Desestimó la reclamación de la multinacional francesa y su socio en el concurso de la Generalitat y levantó la suspensión automática de la adjudicación. Desde ese momento FGC ha tenido vía libre para iniciar el encargo de nuevos trenes para la línea del Vallès a Standler. Pero el grupo galo no se da por vencido y llama a la puerta de la siguiente instancia judicial.
Los responsables de lo Contencioso-Administrativo del TSJC inician de este modo las pesquisas sobre la gran adjudicación ferroviaria de Cataluña. Su decisión final se puede prolongar durante casi un año, por lo que no se prevé que el contrato quede frenado durante este periodo. Si Territorio da luz verde, FGC podrá pedir los primeros trenes nuevos de la línea de forma inmediata.