El icónico restaurante Salamanca del barrio de la Barceloneta de la capital catalana se ha recuperado del brutal ataque vandálico del miércoles, ha pasado página y ya opera a toda máquina. Aunque el Grupo Silvestre quiere dejar atrás el incidente, en el que varios jóvenes trataron de apalear a los camareros del bufé de pescado, la restauración de Barcelona avisa a la alcaldesa, Ada Colau: "Ni un ataque más".
Así lo verbalizan, por ejemplo, desde el bar-bodega Fermín, uno de los establecimientos más icónicos de la antigua zona de pescadores de la capital catalana. Gladys, gerente del establecimiento avisa de que "conocemos al grupo atacante desde hace tiempo. Deambulan por el barrio, pegando patadas a mobiliario urbano y cometiendo pequeños hurtos. Un día empezaron a patear una cabina frente a mi local. Me tuve que quedar vigilando junto a los camareros hasta que se fueron", avisa la comerciante. ¿Qué solución tiene ella para el repunte de la inseguridad en este área saturada por el turismo? "No es solo más policía, es también que venga cuando la llamas. Tenemos una comisaría que cierra de noche a dos calles, y está a cinco del Salamanca. Algo está fallando en el Ayuntamiento o Generalitat y no es nuestra culpa", lamenta la misma fuente.
"El peor verano desde que abrimos"
Una opinión similar aportan desde otro de los bares de tapeo icónicos de la Barceloneta: la Taberna Iberia. "Lo del Salamanca quizá ya haya colmado el vaso, pero no hay que olvidar que hemos pasado el peor verano en el barrio desde hace siete, cuando abrimos", lamenta David, que regenta el comercio. "Por razones que desconocemos, se han incrementado los hurtos y la violencia. No hemos podido trabajar tranquilos, ya que la terraza era un peligro constante de robos a los clientes. Y claro, si les hurtan la mochila, la cartera o el bolso luego se van sin pagar. Este verano nos pasó tres veces con tres clientes distintos", agrega el gerente.
Un 'trixie' por la acera de la avenida Juan de Borbón de la Barceloneta junto a una fila de manteros en septiembre / CG
Desde el Gremio de Restauración de Barcelona prefieren dar carpetazo al intento de asalto al restaurante Salamanca el miércoles. No hay opinión oficial. Fuentes cercanas a las patronales del sector retail de la ciudad, no obstante, sí envían un mensaje claro. "¿Que si hay preocupación entre los asociados? Sí, la hay. Sobre todo los que están situados en la zona del distrito de Ciutat Vella, ya que son los que más han sufrido la inseguridad durante esta legislatura", admiten. "Un barrio inseguro es un barrio con mala imagen, que la gente evita. Si no hay tránsito de personas, los consumidores se quedan en el hotel, en el caso de los turistas, o comen en su casa, cuando se trata de los barceloneses. La degradación nos hace perder caja", advierten.
Semana negra en Barcelona
Cabe recordar que el lamento de los comerciantes de la segunda mayor ciudad española llega tras una semana negra en seguridad urbana en Barcelona. Además del ataque al popular restaurante, los vecinos de Poble-sec vieron como se registraban en el barrio tres agresiones sexuales. La Guardia Urbana lidió además con cinco incidentes en la calle en los que se usaron armas blancas u objetos punzantes, la mayoría de ellos en el distrito de Ciutat Vella. Asimismo, el cuerpo local de seguridad logró abortar un intento de secuestro relacionado con el narcotráfico en Nou Barris. Todo ello, en menos de siete días.
Paradójicamente, la semana arrancó con el anuncio de la primera edil de que se incrementará la seguridad en la zona antigua de la ciudad. Colau prometió un refuerzo de la presencia policial en Ciutat Vella tras la reunión de la Junta Local de Seguridad el lunes, a la que asistieron representantes del Gobierno, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El refuerzo de la vigilancia en las calles, no obstante, no conllevará un incremento de agentes, pues no se cubrirán todas las jubilaciones en la Guardia Urbana. La oposición remarcó este hecho a la vez que la "falta de esfuerzo" de la munícipe para conseguir más efectivos de los Mossos d'Esquadra para Barcelona, amén de su falta de cobertura y apoyo a la Urbana desde el principio del mandato en 2015.