El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto deberes al Gobierno de Pedro Sánchez. El organismo internacional le ha recomendado un nuevo “ajuste fiscal” y que preserve el “espíritu de las reformas del mercado de trabajo” en un contexto en el que ha revisado a la baja las perspectivas económicas del país.
Alerta de que la recuperación de la economía española se acerca a su “madurez”. En línea con la letanía que contempla en el crecimiento internacional, recorta una décima las previsiones para España. Plantea que un avance del 2,7% del PIB en el ejercicio en curso y mantiene en el 2,2% las previsiones para 2019. A partir de 2020, considera probable que la tasa se quede en el 1,75%.
Blindaje de las reformas
Los técnicos de la institución presidida por Christine Lagarde aplauden la recuperación del empleo que se ha generado, pero consideran que se ha debido a las “reformas pasadas”. Han encendido las alarmas ante las “presiones” que considera que existe para que el Ejecutivo revierta los ajustes realizados hasta la fecha. Aunque también reconoce que se deben realizar “esfuerzos que fomenten un crecimiento más inclusivo y promuevan objetivos sociales”.
Revertir los ajustes que se han sucedido hasta la fecha es uno de los “riesgos a la baja que ensombrecen el panorama a medio plazo” que el FMI da por sentado que existen. “La economía mantiene un tono fuerte, pero ha superado ya su pico cíclico”, se declara en el informe sobre la salud económica del país.
Incrementar el colchón fiscal
La institución destaca “retos estructurales” que aún están pendientes en España. Como rebajar la “elevada” deuda pública, el “alto” desempleo que aún persiste y el aumento “lento” de la productividad.
Tilda de “necesario” reconstruir los colchones fiscales que han quedado agotados durante la crisis y la recesión. Los responsables del informe advierten que con los niveles actuales no hay “espacio fiscal” para responder a una nueva recesión. Consideran clave este oxígeno del Estado para poder responder, llegado el caso, a “grandes oscilaciones” en el empleo.
Toque a Rajoy
Por todo ello, el FMI califica de “crucial” y “apropiado” el objetivo de déficit del 1,8% que ha anunciado Sánchez y que intenta plasmar en los próximos presupuestos mediante un acuerdo político que, por ahora, es complejo. Según el organismo internacional, el ritmo de ajuste del pasivo “debería persistir” hasta que se llegue al equilibrio fiscal.
También da un toque al Gobierno de Mariano Rajoy. Afirma que la disminución del pasivo del Estado que se ha dado en los últimos años se ha producido “íntegramente” por el “fuerte ciclo económico”. Es decir, por la bonanza de la economía internacional y no por los ajustes que se promovieron desde el Ejecutivo.
Efectos de nuevos impuestos
El FMI evita pronunciarse de forma clara sobre los anuncios que se han sucedido hasta la fecha sobre una potencial subida de impuestos en España. Afirma que los presupuestos de 2019 de los socialistas deben incluir medidas “creíbles” y advierte de los efectos negativos de imponer tasas para mejorar la recaudación.
Indica que es necesario proyectar con “prudencia” los nuevos gravámenes y planificar “actuaciones de contingencia” si no se alcanzan los objetivos previstos. Bendice que, en el lado de los gastos, se proyecten iniciativas para financiar gastos adicionales para proteger a los más vulnerables, apoyar el empleo para jóvenes y a los parados de larga duración. Puntualiza que se deben diseñar “de forma cuidadosa” para limitar “distorsiones y repercusiones sobre crecimiento”.
Sí que se pronuncia en contra de subir de forma destacada el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ya que considera que “se pondría en peligro” las oportunidades de empleo de los menos cualificados y de los jóvenes. Apuesta por implementar un modelo laboral en el que se “incremente el atractivo de los contratos indefinidos”.
Nueva burbuja inmobiliaria
Para completar el capítulo de alertas, el FMI también advierte de que el precio de la vivienda en España está sobrevalorado. También considera imprescindible “reforzar la vigilancia” ante los “indicios claros” de que se produce una nueva burbuja en el sector.
Afirma que la recuperación económica y el precio de la vivienda, unida a las políticas de reducción de activos dudosos, ha ayudado a “reparar el balance de los bancos”. Pero el proceso lleva a un nuevo escenario poco optimista con el ladrillo.