Josep Sánchez Llibre, candidato a la presidencia de Foment del Treball en una imagen de archivo / EFE

Josep Sánchez Llibre, candidato a la presidencia de Foment del Treball en una imagen de archivo / EFE

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Los problemas con los que se encontrará Sánchez Llibre en Foment del Treball

El candidato a la presidencia deberá lidiar con el conflicto de la representatividad, el futuro de CECOT y mejorar las relaciones institucionales de la patronal

18 septiembre, 2018 00:00

Josep Sánchez Llibre se ha lanzado a la carrera para convertirse en el próximo presidente de Foment del Treball. El Comité Ejecutivo ha propuesto que las elecciones tengan lugar el próximo 5 de noviembre, a fecha que deberá ratificar la Junta Directiva en el encuentro que tendrá lugar el próximo 1 de octubre. Parece ser que será la única candidatura que se presente para tomar el testigo de Joaquim Gay de Montellà. Si se cumplen las previsiones, el vicepresidente de Conservas Dani y exdirigente de Unió también heredará con el cargo varios conflictos en la gran patronal catalana que siguen abiertos.

El principal: la batalla con Pimec por la representatividad. La pugna se remonta a 2011, cuando Fepime, la organización de pymes adscrita a Foment, consiguió el reconocimiento de la Generalitat por vía del silencio administrativo. Se le ha intentado revocar en los tribunales, pero se ha ratificado el proceso en múltiples resoluciones publicadas a lo largo de siete años.

Acuerdo con Pimec

Gay de Montellà ha intentado en el tramo final de su mandato llegar a un pacto sobre la materia. Incluso firmó un preacuerdo en julio con el secretario general de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Josep Ginesta, para fijar por consenso unas cuotas antes del 15 de septiembre. Si se llegaba a esta fecha con las espadas aún en alto, la Generalitat echaba mano de otra sentencia judicial que le permitía iniciar el conteo de empresas asociadas y determinar la representatividad.

La propuesta ha generado malestar en Fepime, ya que considera que se la ha dejado de lado en la negociación. El preacuerdo ha sido motivo de debate en un encuentro de la patronal este lunes y se ha tratado en el Consejo Ejecutivo de Foment. Aunque, por ahora, no se llegará a ninguno de los dos escenarios que se planteaban en julio.

Las elecciones en la gran patronal catalana han propiciado que se dé de tiempo hasta el 15 de diciembre para alcanzar el ansiado pacto, según fuentes conocedoras de la negociación. Este será el primer gran reto de Sánchez Llibre y lo deberá abordar con el reloj en la mano.

Expulsión de CEOE

Otra cuestión que está en el tintero es la expulsión de CECOT de la patronal. El actual presidente decidió en febrero echar a la organización de Terrassa dirigida por Antoni Abad por un cúmulo de polémicas que se habían acumulado. De hecho, un año antes ya se había iniciado un proceso parecido que se cerró con el compromiso de los egarenses de corregir su actitud.

Molestó de forma muy notoria sus ansias de expandirse más allá de su territorio de referencia. Se le llegó a acusar de competencia desleal por parte de ciertos gremios y organizaciones empresariales de menor tamaño, que vieron como se lanzaba a conseguir la afiliación de las empresas de su territorio. Y eso es contrario a los estatutos de Foment.

Desplantes a Foment

La cuestión política también ha pesado. CECOT se ha desmarcado en multitud de ocasiones de los pronunciamientos de la cúpula de la patronal sobre la situación en Cataluña. Mientras que la patronal ha sido muy crítica con el procés y sus consecuencias económicas, Abad se ha mantenido al lado de Convergència hasta llegar a convocar el primer paro de país, la huelga general que tuvo lugar el 3 de octubre como protesta por las cargas policiales en la jornada del referéndum.

Aunque la gota que colmó el vaso fue la carta que mandó al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, en el momento más tenso del conflicto político. CECOT le exigió que retirase el decreto que facilitaba los cambios de domicilio social de las compañías, la llamada fuga de empresas. Se desmarcó tanto de Foment como de CEOE en un momento de gran inquietud entre los ejecutivos por el futuro de Cataluña.

Transversalidad política

Sánchez Llibre ya ha avanzado que, para él, las organizaciones locales son “fundamentales para la construcción de la red empresarial de Cataluña”. Deberá sentarse con Abad porque, tal y como indica la decisión que se tomó en febrero, será el nuevo presidente de la gran patronal el que decida si deja a los de Terrassa dentro o fuera de la organización. Tiene intención de llegar a un pacto, pero todo depende de las promesas de la contraparte.

En su política de tender puentes, también ha asegurado que su proyecto es “transversal” y que en él caben “todas las sensibilidades del empresariado catalán”. El candidato a la presidencia explica que su objetivo es propiciar a que se resuelva la fractura social en Cataluña y que eso no puede pasar por bajar a la arena de debates partidistas. Reivindica la unidad del mundo empresarial, cuestión que implica todo tipo de sensibilidades políticas.

'Paro de páis'

También será Sánchez Llibre el que concluya el proceso judicial que se ha abierto contra el segundo paro de país. Foment recibió un primer revés en el TSJC, que avaló la huelga de noviembre convocada por la organización independentista Intersindical-CSC, ya que la consideraba una protesta “mixta” ratificada en la libertad de expresión, pero presentó recurso ante el Tribunal Supremo.

Los magistrados aún deben iniciar el debate sobre esta cuestión. Se espera que la sentencia tarde años en llegar, pero será en pleno mandato del presidente de Foment del Treball que se elija el próximo 5 de noviembre.