Atlantia, el gigante de infraestructuras italiano que junto a ACS ha tomado el control de la española Abertis, ha tenido que responder públicamente por el fatal colapso parcial de un viaducto en Génova. El desplome de la infraestructura ha provocado una treintena de fallecidos en la ciudad italiana. En el momento de los hechos, estaba inmersa en unas obras de mejora que se llevaban a cabo desde una de las filiales del gigante de los Benetton, Autrostade.
“La estructura, que data de los años sesenta, estaba siendo objeto de labores de consolidación de la losa”, afirma Atlantia, el nuevo dueño de Abertis, en un comunicado. Relata que se había instalado una “grúa puente para permitir que se llevaran a cabo las actividades de mantenimiento” y que este era uno de los requisitos del proyecto.
Inicio de una investigación
Asimismo, la multinacional familiar asegura que el “trabajo y el estado del viaducto estaban sujetos a la constante observación y supervisión”. De forma paralela a la investigación policial que ya se ha iniciado en el país transalpino, la gestora de infraestructuras también ha anunciado que pondrá en marcha las pesquisas necesarias para saber las causas del derrumbamiento “tan pronto como sea posible acceder de forma segura al lugar”.
Los análisis preliminares de lo que ha ocurrido en Génova este martes apuntan todos al mal estado de la vía. La reforma en la que estaba actualmente inmersa no era la única que se ha aplicado en el viaducto durante los últimos años. La población había alertado del mal estado de conservación.
Atlantia, una multinacional italiana
El viaducto Porcelvera, que discurre por la autopista A-10 gestionada por Autrostade, forma parte de la red de 2.855 kilómetros de carretera que explota esta empresa. El 88% del capital está en manos de Atlantia, una de las multinacionales más poderosas de Italia que se encarga aproximadamente de la gestión de la mitad de las autopistas de su país de origen.
La empresa ha ganado protagonismo en los últimos meses en España por la operación de Abertis. En abril de 2017 se filtró en los mercados que se lanzaba por la gestora de autopistas que en esos momentos estaba participada por Criteria, una operación que sorprendió porque no estaba en el radar de los inversores. Finalmente, en marzo de 2018 firmó un pacto con ACS para tomar de forma conjunta el control de la compañía, cuyo valor ascendió hasta los 18.100 millones de euros.