Hasta esta semana, la vida pública de la reputada endocrina Mónica Marazuela se limitaba a ejercer la jefatura de esta especialidad en el madrileño hospital público de La Princesa y a actuar como delegada en este centro del decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Pero con la salida a bolsa, este martes, de la socimi Mistral, otra faceta, la de administradora de varias empresas familiares ligadas a la actividad inmobiliaria y la producción de energía, ha salido a la luz.
Plaza en el hospital público lograda en 2005
Como facultativa, en abril de 2005, en el marco de una convocatoria del Ministerio de Sanidad y Consumo, la doctora Marazuela fue nombrada personal estatutario fijo como especialista en Endocrinología y Nutrición, siéndole asignada la plaza en el Hospital de la Princesa.
Durante todos estos años de prestación de servicios en la sanidad pública madrileña se recuerda cómo Marazuela, como el resto de facultativos del también hospital universitario, puso el grito en el cielo contra el proyecto que, a finales de 2012, anunciaba el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, de convertir La Princesa en un gran centro geriátrico.
Contra del desmantelamiento de La Princesa
“No se puede romper el vínculo existente, de más de 40 años, entre la Autónoma y La Princesa como principal centro elegido por los estudiantes de posgrado. No saben lo que hay detrás de esa decisión”, señalaba entonces la doctora Marazuela. Finalmente, la presión evitó que se produjera el anunciado desmantelamiento del hospital universitario.
La doctora Mónica Marazuela Azpiroz, sentada en primer término
Lo que, hasta ahora, pocos conocían de Mónica Marazuela es su faceta como administradora de varias empresas que nada tienen que ver con su labor facultativa en el hospital. Y de la que muchos, en el propio centro sanitario, se mostraban sorprendidos este martes, al conocer que la doctora figura como principal accionista de la socimi Mistral, que cuenta con 222 pisos en alquiler repartidos por varias ciudades españolas, con un valor de 33 millones de euros.
La socimi Mistral, última aventura empresarial familiar
La socimi es la última aventura empresarial en la que se embarca Marazuela, junto a sus hermanos, marido e hijos. Además de su presencia en Mistral, la doctora figura como responsable de otras siete sociedades, dedicadas a la actividad inmobiliaria, la explotación de fincas agrícolas y la producción de energía eléctrica y fotovoltaica.
El origen de este interés empresarial lo heredaron Mónica y sus hermanos de sus padres, el también doctor Pedro Marazuela y Emilia Azpiroz, a través de la sociedad Allas, constituida en 1984, a través de la que acometieron compras de viviendas en Madrid y Málaga. Convertida en el embrión del patrimonio familiar, ahora Allas --con domicilio social en la calle Serrano de Madrid-- ha quedado como la empresa administradora de la socimi Mistral.
Allas, el embrión del patrimonio de los Marazuela
Tras Allas, en 1988 fue constituida la inmobiliaria Mosupe. Después llegaron Lester y Roche en 2005, Lejaroa en 2006 y Roaleja Luminosa y Roaleja Solar en 2007. Kilkenny Restauración, en 2015, fue la última sociedad incluida en el núcleo duro empresarial de la familia Marazuela, y ha servido de tenedora de las acciones de Mistral hasta su transmisión a los 26 pequeños accionistas ajenos a la familia.
En todas estas sociedades, la doctora Marazuela figura como presidenta o administradora única, ocupando su hermano Pedro el cargo de secretario. Pedro Marazuela se dedica a la gestión de capitales, habiendo prestado sus servicios en empresas como Auriga Global o Ahorro Corporación.
La Lastrilla, las Madres Concepcionistas y San Millán de la Cogolla
Los hermanos Mónica y Pedro firmaban en 2015 un convenio urbanístico con el Ayuntamiento segoviano de La Lastrilla, municipio muy vinculado a la familia Marazuela desde hace décadas. En virtud del convenio y como herederos de Emilia Azpiroz, la doctora y sus hermanos declinaban seguir con el litigio por unas tierras de su propiedad.
El terreno vendido a las Madres Concepcionistas
En esa misma zona, en la pedanía de El Sotillo de la localidad segoviana del Alfoz, los Marazuela vendieron en 2011 un terreno de 24.000 metros cuadrados a las Madres Concepcionistas para la ampliación de un colegio. Problemas urbanísticos relativos al planeamiento de La Lastrilla han retrasado y casi paralizado el proyecto durante años, pero a principios de 2018 se concedía la licencia definitiva para acometer el proyecto educativo.
Otro reciente capítulo de la vida personal de la doctora Marazuela se relaciona con su alta, en septiembre de 2017, en la Asociación de Amigos de San Millán de la Cogolla. Se une así a un grupo de personas que contemplan con simpatía la labor espiritual del Monasterio de Yuso, colaborando con apoyo intelectual y económico a los religiosos que lo regentan.