Los taxistas de Barcelona han decidido mantener la huelga hasta las seis de la mañana del viernes, tal y como estaba previsto y como han anunciado tras reunirse en asamblea este jueves. Serán 48 horas de paros.
De este modo, los taxistas presionarán hasta conocer la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), prevista para las once de la mañana. Después de conocer el documento, que confirmará o levantará la suspensión del reglamento del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para las licencias VTC, decidirán cómo actuar.
A petición de la CNMC
En caso de mantenerse la suspensión, que es lo que solicita la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV), las asociaciones del taxi se volverán a reunir para decidir futuras acciones de cara a la semana que viene o incluso el mes de agosto, además de programar un calendario estatal de movilizaciones, según ha explicado el portavoz de Élite Taxi, Alberto Álvarez.
El origen del conflicto está en el reglamento del AMB, presidida por Colau, que pretende limitar la actuación de Uber y Cabify en Barcelona. Pero el TSJC lo suspendió hace una semana argumentando, entre otras cosas, que el ente supramunicipal carece de competencias para tal regulación.
Huelga de 48 horas
Tras ello, los taxistas se movilizaron y convocaron la huelga de 48 horas, con colapso de rondas y algunas agresiones contra Uber y Cabify, lo que ha llevado a las plataformas a suspender el servicio de manera momentánea.
Los taxistas piden que se revoque la suspensión del reglamento, argumentado el perjuicio económico que esta podría causarle, teniendo en cuenta que el TSJC no dictará sentencia sobre este asunto hasta un plazo que puede durar años. Un informe económico pericial solicitado por las asociaciones del taxi apunta a que la facturación del sector podría caer un 33% si se suspende.
El AMB: "Medida preventiva"
La AMB, por su lado, ha subrayado que "el reglamento no se ha creado ad hoc para proteger a un sector determinado, ni responde al capricho de ningún político", sino que pretende prevenir los problemas que han causado este tipo de licencias en otras ciudades después del aumento "dramático" de las VTC durante los últimos años en Barcelona.
Según el AMB, el reglamento "no cuestiona las autorizaciones existentes ni las competencias estatales", sino que, "avalado por informes jurídicos y técnicos", establece una autorización adicional para los vehículos con licencia VTC que operen en el AMB, un grupo que cifran en torno al 90% del total.
Fomento da un paso atrás
Los letrados del Área Metropolitana han subrayado "el impacto sobre la movilidad y el medio ambiente" que puede tener esta suspensión, al permitir la concesión de miles de nuevas licencias, y han definido esta situación como "el conflicto típico y tópico entre intereses generales e intereses empresariales".
Las distintas asociaciones de taxis han argumentado que el Tribunal Constitucional ya se pronunció con anterioridad para definir la regulación del transporte urbano como una "competencia exclusiva de las autonomías" y los taxis "como un servicio de interés general, si bien no un servicio público al uso". En mitad de este conflicto, el Ministerio de Fomento ha decidido retirar la petición de medidas cautelares contra el reglamento. No así la CNMC.