Nissan Motor Ibérica se juega este jueves la paz social en las dos principales plantas del grupo en el país, las de Zona Franca y Montcada i Reixac. Los representantes de la dirección y el comité de empresa intentan cerrar desde hace semanas un pacto para prorrogar el actual convenio colectivo ante un momento delicado de carga de trabajo. Este verano acaba la fabricación del modelo Pulsar y de la versión familiar de la furgoneta NV200 en la filial, hecho que generará un excedente de plantilla de 100 personas.
La cúpula del grupo ya ha dejado claro que no tiene intención de presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para amortizar estas plazas. Sus portavoces afirman que se apuesta por un proceso no traumático que pase por buscar bajas voluntarias y prejubilaciones. Esperan determinar en la negociación en curso cómo se organiza este programa incentivado.
Cláusula de garantía de empleo
El problema es que los sindicatos de Nissan han exigido cláusulas de garantía de empleo en la prórroga de convenio. Fuentes del comité aseguran que los representantes de la parte empresarial se han negado a ello en los cuatro encuentros que han mantenido hasta la fecha. De hecho, fue en el marco del debate cuando se planteó oficialmente el ajuste de la masa salarial.
No se cierran a pactarla, pero con garantías para el resto de la plantilla y de que se trabaje para conseguir nuevos encargos de fabricación que garanticen la viabilidad de las plantas. Se teme que los futuros planes de la automovilística pasen por primar los centros de producción que se quieren instalar en el norte de África e India y que, al final, Zona Franca y Montcada se queden como factorías de segunda.
Oficialmente, la dirección de Nissan en España recuerda que los modelos que se fabrican tienen mercado y que las líneas de producción están adaptadas a las últimas innovaciones de la ofensiva eléctrica del grupo. Hecho que las sitúa en una posición ventajosa. Aunque reconocen que, a corto plazo, no vendrá ningún nuevo encargo.
Mejora de los salarios
Otra cuestión que amenaza a la paz social en esta industria es la subida salarial que se quiere introducir en la prórroga de convenio. Los trabajadores han pedido que se refleje la mejora que se ha firmado a nivel estatal, mientras que la dirección se mantiene en una revalorización del 0,3%.
La valoración del comité de empresa es clara: “Es inaceptable”. Si no existe ninguna mejora cuantitativa consideran que se habrá agotado la vía de diálogo de los dos principales puntos que se querían reflejar en el marco de concertación social.
Nuevo convenio
Si se llega a este escenario, los sindicatos afirman que pedirán reabrir la negociación del convenio al uso. Es decir, con un calendario más largo que abarque todas las cuestiones que afectan a las relaciones laborales del grupo. Desde la reducción de empleos y la mejora de los salarios que se ha planteado hasta la regulación de la bolsa de hora, la flexibilidad o la introducción de cuestiones de género, algo muy presente en el pacto marco de las relaciones laborales en Cataluña, el AIC.
La dirección de Nissan Motor Iberica, que ha estrenado este miércoles vicepresidente, Genís Alonso, intenta evitar este proceso. La reunión que se mantendrá este jueves será clave para marcar el sentido de la negociación.