El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino --una de las principales fortunas de España, con un patrimonio de 2.800 millones de euros, según la lista Forbes-- ya puede empezar a echar cuentas de lo que finalmente le va a costar el divorcio de su exesposa, Astrid Gil Casares.
No será tan barato como el empresario había barajado ni tan caro como, en un principio, había pretendido Gil Casares, la mujer con la que Del Pino, durante sus diez años de convivencia, tuvo tres hijas, y de la que se separó en 2016.
Lejos de los 50 millones que pedía su exmujer
Del Pino había aceptado abonar una pensión compensatoria de 9.000 euros mensuales para su exmujer y otros 7.000 para la manutención de cada una de sus tres hijas. Un total de 30.000 euros mensuales, a años luz de los 50 millones de euros que, como indemnización compensatoria, Astrid Gil había dejado caer ante los tribunales a través de su abogados.
Al final, y siempre que el pleito no se eleve a la casación del Tribunal Supremo por los abogados de las partes, la Audiencia Provincial de Madrid, en una controvertida sentencia –con voto particular incluido-, enmendaba la plana a lo inicialmente dictaminado por el juzgado de familia 25 de la capital.
900.000 euros anuales de pensión compensatoria
De no plantearse el cobro de indemnización alguna, Del Pino deberá pagar 6 millones de euros a su exmujer y, además, se eleva la pensión compensatoria, de 50.000 a 75.000 euros mensuales, durante un plazo máximo de cinco años. O sea, 900.000 euros anuales.
Las cantidades son perfectamente asumibles para el presidente de Ferrovial. En 2017 percibió casi 5,5 millones de euros, como retribución fija y variable, por su cargo en la constructora. Además, cada año, su paquete accionarial de 148,5 millones de títulos –equivalente al 20,11% del capital– le reporta un importe bruto de 100 millones de euros. Actualmente, con los 17,71 euros a los que cotiza la acción de Ferrovial, el valor de mercado de esta participación asciende a 2.635 millones de euros.
Indemnización, un año de sueldo
Con estos números, los 6 millones de indemnización coinciden prácticamente con la retribución que actualmente recibe Rafael del Pino por su cargo de presidente de Ferrovial.
Para abordar el pago de los restantes 4,5 millones, correspondientes a la pensión compensatoria de 900.000 euros anuales a abonar durante un periodo de cinco años, el presidente de la constructora puede echar mano de sus acciones. Con el precio actual de los títulos, esos 4,5 millones de euros se obtendrían con la venta de 250.000 acciones. Un quebranto menor que permitiría a Del Pino mantener el paquete accionarial por encima de los 148 millones de títulos.
Las dudas del Brexit
Mientras, a nivel particular, se sustancian definitivamente los términos de su divorcio, Rafael del Pino sigue pendiente de las grandes incertidumbres que se ciernen sobre la actividad del grupo constructor, especialmente las derivadas del Brexit, al contar Ferrovial en el Reino Unido como uno de los mercados que más aportan a la cuenta de resultados.
Gran Bretaña fue precisamente el origen de donde provinieron las pérdidas que Ferrovial tuvo que apuntarse al cierre del primer trimestre de 2018. De 161 millones de euros por el impacto de la provisión de 237 millones depositada para cubrir las potenciales pérdidas del contrato de la filial Amey con el Ayuntamiento de Birmingham.
Tercera pista de Heathrow
Con vistas al momento definitivo en que el Brexit sea una realidad, Ferrovial, como el resto de grandes firmas, sigue moviendo ficha de cara a mantener las sociedades en el exterior bajo el paraguas de las legislación comunitaria. En ese sentido, el grupo presidido por Rafael del Pino acaba de anunciar el traslado de la sede de su holding internacional de Oxford a Amsterdam.
Holding para el que también llegan buenas noticias, como ha sido el visto bueno reciente del Parlamento británico a la construcción de la tercera pista del aeropuerto londinense de Heathrow, que costará 16.000 millones de euros, y del que Ferrovial se beneficiará al controlar el 25% de Heathrow Airport Holdings Limited, la sociedad gestora del aeródromo de Londres. La ampliación propiciará pasar de los actuales 85 millones de pasajeros anuales a los 130, con un aumento de la capacidad operativa desde 475.000 vuelos al año hasta 750.000.