Los hoteles de Barcelona registraron un descenso en la ocupación de un 3% entre enero y junio. Son datos del Gremio de Hoteles, del que forman parte la mayoría de los establecimientos de la ciudad, según los que la ocupación media en los seis primeros meses del año ha sido del 78,8%. También se redujeron el precio medio y la facturación, el 4,3% –hasta situarse en 132,75 euros– y el 7,2% respectivamente.
El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, lo ha atribuido a varios factores. Uno de ellos es lo que considera “competencia desleal” de los apartamentos turísticos sin licencia. A ésta ha añadido la “mala imagen” de la ciudad que cree que dan los lateros y el top manta y la reducción de los recursos de la tasa turística destinados a la promoción en 1,5 millones en el último año.
Algunas ciudades que compiten por los turistas que escogen Barcelona, como París y Lisboa, han crecido en número de visitantes, según Clos. En especial han caído los ingresos en los hoteles de lujo, con un 10% menos en relación al primer semestre de 2017. La solución, ha dicho, es el “orden”. La previsión para este verano es de una ocupación media de un 80%, cinco puntos por debajo del año pasado.
Fuga de empresas
Uno de los segmentos que más ha descendido en los últimos años, según ha observado el Gremio, es el de turismo de negocios. Los datos que baraja la asociación es que hace cuatro años representaba un 50% del total, mientras que en 2016 se situó en un 36% y el año pasado se quedó en el 30,6%. Una de las causas que ve en esta reducción es la fuga de empresas provocada por el procés.
Los cambios de sedes sociales de multitud de compañías desde octubre ha trasladado también la celebración de sus consejos de administración a otras partes del país. “No sería justo decir que todo es consecuencia de la situación política, sino que es una cosa más”, según Clos.