Barcelona es en estos momentos una ciudad líder en capital emprendedor. Capaz de atraer a grandes líderes de la nueva industria como Facebook o Amazon, dos gigantes que han anunciado que llevan unidades de negocio hasta la ciudad. Barcelona Tech City (BTC), una organización sin ánimo de lucro, trabaja activamente para impulsar esta innovación. Su presidente, Miguel Vicente, ha reivindicado este jueves el motor económico que representa el ecosistema de start ups tanto para el municipio como para el país.
“La ciudad vive un círculo virtuoso de talento, es uno de sus puntos fuertes”, ha asegurado ante el empresariado de la Cámara de Comercio. Un público rendido al ejecutivo vestido con traje y zapatillas deportivas que repasaba las grandes cifras del sector. Un ecosistema digital que da empleo a 30.000 personas --10.000 de ellas en el BTC-- y que en los últimos 18 meses ha propiciado el cierre de operaciones de capital riesgo que ascienden a los 1.200 millones.
Expansión del Tech City
“Los emprendedores no tenemos dinero, pero existen 200.000 millones de euros de fondos de capital riesgo sin nacionalidad que buscan a gente con talento para invertir”, ha señalado. Compañías de nuevo cuño que pueden dar los primeros pasos en el Pier 01, el edificio que ejerce de sede del Tech City y que cobija a un centenar de compañías de nuevo cuño.
Vicente se ha resistido a definir cuál serán los nuevos emplazamientos de la organización. Tienen desde hace tiempo un plan de expansión definido que implica abrir más casas de emprendedores en el frente litoral barcelonés. Incluso se indica que se han estudiado instalarse en las dependencias del edificio de Correos en Drassanes que están libres. Pero el presidente se limita a declarar que trabajan sin un calendario concreto para inaugurar el Pier 02.
Ciudad de pymes
Reitera que su éxito se debe en gran medida a la colaboración público-privada que se ha dado al lanzar el Pier 01. Aunque considera que su éxito no es casual. “Barcelona ha sido siempre una ciudad de pymes y de empresarios con vocación internacional”, manifiesta, “ahora a las pymes se las llama start ups y a los empresarios emprendedores, pero ha estado en el ADN de la sociedad siempre”.
Para conseguir la cuadratura del círculo y consolidar los éxitos conseguidos hasta la fecha, Vicente asegura que se necesita trabajar para dar forma a una “cultura de la innovación que acepte el fracaso”. Niega que exista una burbuja sectorial y que la moda de los emprendedores empuje a gente que no está preparada a lanzar nuevos negocios. “Lo que ocurre es que venimos de un déficit en el que no se había impulsado correctamente”, sentencia.
Uno de los trabajos de la Barcelona Tech City es fomentar lo contrario. Una cultura emprendedora consolidada que se mantenga como uno de los principales motores económicos de la ciudad.