Alejandro García-Bragado, vicepresidente primero de Criteria, es desde este martes nuevo consejero de Saba. Sustituirá al expresidente de La Caixa, Josep Vilarasau, que ha estado vinculado al grupo desde 1995. La gestora de aparcamientos presidida por Salvador Alemany ha celebrado este martes una junta ordinaria de accionistas en la que ha reestructurado parcialmente su consejo de administración a la espera de que culmine la operación societaria en la que el grupo está inmerso en las “próximas semanas”.
El mercado da por sentado que la holding de La Caixa tomará el 100% del capital de la compañía. Aunque en la junta de accionistas, Alemany ha dejado la puerta abierta a que la salida de los fondos que actualmente controlan el 48,7% de la propiedad lleve a la venta de la firma a un tercero. Los mismos interlocutores enmarcan estas palabras más en un movimiento de prudencia del presidente que a un desenlace real de la operación que está en marcha.
Accionistas minoritarios
De hecho, ha confirmado a los accionistas minoritarios que la transacción que se ha abierto incluye también el 1,2% que está en su poder. “Criteria tiene la voluntad de otorgar liquidez a la posición del resto de accionistas minoritarios”, ha manifestado Alemany en su discurso inaugural, “llegado el caso, lanzaría una oferta de compra por el 100% de sus acciones, al mismo precio por título que puede resultar de la operación entre los accionistas principales”.
Asegura que su papel será el de “velar para ofrecer una salida transparente a los pequeños accionistas minoritarios”.
Salida a bolsa
La primera consecuencia de la salida del brazo financiero de Juan Abelló, Torreal (20%), el fondo KKR (20%) y ProA Capital (10,5%) será posponer la salida a bolsa de Saba. La gestora de aparcamientos hace tiempo que tiene en mente dar el salto al parqué, aunque debía ganar tamaño para ello y estuvo implicado en varias operaciones inorgánicas para ganar músculo que finalmente no salieron adelante.
Alemany ha confirmado que, en el contexto actual, “resulta difícil que Saba pueda encontrar las mejores condiciones objetivas para salir a bolsa en el corto plazo y usar esta opción para dar liquidez”. De hecho, cuando concluya la reestructuración del capital se deberá abrir una ventana de tiempo para cumplir con los preceptos legales que implica una operación pública de venta (OPV).
11,6 millones de beneficios
El presidente ha remarcado que la compañía ha ganado “volumen y diversificación” geográfica en los últimos años. Ha cerrado el ejercicio 2017 con un avance del 3,7% en los ingresos de explotación, que se han situado en los 213 millones de euros.
El resultado bruto (ebitda) creció el 5,7%, hasta alcanzar la cota de los 100 millones, mientras que el neto consolidad alcanzó los 11,6 millones. Todo ello, en un ejercicio en el que los abonados han crecido al 3%, por encima de la media europea.
Distribución de 20 millones
La junta también ha aprobado, tal y como estaba previsto, la distribución de 20 millones de euros. Aunque, como es tradición, no los repartirá mediante un dividendo. El importe correrá a cargo de la partida de reserva de prima de emisión. Los propietarios de los títulos recibirán 0,027 euros brutos para cada uno de ellos. Se ejecutará el próximo 28 de junio.
Según los cálculos de Alemany, en ese momento se debería haber cerrado ya la operación societaria o quedarán tan solo los flecos finales. Llegado el caso, Saba podría convocar una junta extraordinaria para concluir la venta. Por ahora, la negociación entre los principales implicados prosigue.