El presidente de Freixenet, Fira Barceona y la Cámara de España, José Luís Bonet, ha mandado un mensaje este lunes desde la capital catalana al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ha recordado al líder socialista que no cuenta con el apoyo necesario para realizar cambios de gran calado. “Les pido que sean prudentes, que no hagan cambios revolucionarios, que no están en situación de hacerlos”, ha asegurado.
Pide una línea continuista especialmente en políticas económicas. Les recuerda que están en una situación “ventajosa” en este sentido, con un PIB que está en la cabeza de la expansión en la Unión Europea. Aunque rebaja el optimismo con los riesgos a los que debe hacer frente la recuperación como el alza del precio del petróleo, el fin de la política de tipos cero del Banco Central Europeo (BCE) o el incremento del turismo en el norte del África.
Reformas económicas
Para seguir por el “buen camino”, Bonet reclama “estabilidad” y mantener las reformas económicas aplicadas por el PP. Considera que el nombramiento de Nadia Calviño como ministra de Economía es una buena respuesta ante las alarmas sobre los efectos de un golpe de timón drástico a la política económica.
El líder empresarial ha asegurado que Mariano Rajoy pasará a la historia como un buen presidente. “Yo creo que la historia lo juzgará bien”, ha manifestado. También ha defendido la Monarquía y el modelo de organización del país actual.
Renovación de la Constitución
Sobre la reforma de la Constitución que ha reivindicado la ministra de Administraciones Territoriales, Meritxell Batet, Bonet aprueba abrir el melón de renovar la Carta Magna pero con “líneas rojas”. Entre ellas, la democracia, el Estado del Bienestar y el sistema de economía social de mercado.
En clave catalana, el presidente de la Cámara de España afirma que el “desafío de los independentistas de mi tierra es preocupante”. Aunque pide que el relevo en Moncloa se aproveche para “recuperar el diálogo dentro del orden constitucional, estatutario y legal”.
Crisis catalana
Bonet exige que la “anomalía institucional en la que estamos instalados en Cataluña acabe”. Puntualiza que la crisis institucional aún puede impactar en la progresión, especialmente económica, de la comunidad. Aunque reconoce que los efectos iniciales no han sido “tan desastrosas”.
Lamenta que Cataluña deje de ser la comunidad líder de la economía española y los efectos que la crisis política ha tenido sobre la marca Barcelona, el gran tractor del dinamismo económico catalán. “Si Barcelona va mal, Cataluña no tiene nada que hacer”, ha sentenciado.
Legalidad
Por todo ello, pide ser muy prudente. Incluso manda un mensaje al presidente de la Generalitat, Quim Torra: “Que piense lo que quiera, que me parece legítimo, pero que actúe dentro del orden constitucional estatutario y legal".